Basilio Romero: “Las Jornadas necesitan savia nueva”
Ha dedicado su trayectoria a reavivar la llama de las artes escénicas. Ahora asume la dirección de la cita con los clásicos

Basilio Romero en la terraza de la Dulce Alianza Playa. e;clip:
No es un encuentro clandestino. Los reiterados cambios de día y de hora de la cita responden exclusivamente al exceso de trabajo del protagonista de esta entrevista. El lugar de celebración siempre estuvo claro. No todos los días se puede tomar café frente al mar.
Un puñado de ‘teatreros’ de Almería ha pensado lo mismo. Y nada más poner un pie en la terraza, a esa hora en que los Martinis se abren paso entre contundentes desayunos, aparecen el profesor y fundador de las Jornadas del Siglo de Oro, Antonio Serrano, el director de la compañía Axioma, Carlos Góngora, y el productor Diego Bravo.
Aunque los tres darían para varias contraportadas, el entrevistado hoy es otro. Se llama Basilio Romero (Almería, 1962) y acaba de asumir, probablemente, el reto más fascinante de su carrera: la dirección de las Jornadas del Siglo de Oro. Merecedor del Premio Max de la Crítica en 2013 en reconomiento a sus 30 años de historia, se trata del festival con más solera de la provincia y uno de los más importantes de su género en España.
“Me da un poco de susto, pero he llegado aquí por responsabilidad. Después de la marcha de Choni [Ascensión Rodríguez Bascuñana], se planteó quién podía asumir la dirección. Yo me eché el mundo a la espalda y decidí presentar un proyecto a los organizadores”, confiesa.
Tres retos
Aunque ha estado vinculado a la cita con los clásicos desde hace tiempo, Romero no titubea a la hora de definir sus retos de cara a esta nueva etapa. El primero, rendir homenaje a las personas que han hecho posible el festival durante estas tres décadas. Una idea que ha intentado reflejar en el cartel de la 31ª edición, que se celebrará del 13 de marzo al 12 de abril.
“También deseamos agradecer al público la extraordinaria acogida del año pasado que ahora nos permite reinvertir ese capital para lograr una programación excelente. Porque aquí no gana dinero nadie”, expresa entre sorbo y sorbo de té.
El tercer objetivo de Basilio consiste en revitalizar la parte académica de las Jornadas. Una cuestión que parece estar logrando, ya que la Universidad de Almería se ha reincorporado a la organización, de modo que el ciclo de conferencias vuelve después de dos años de parón. “Hemos conseguido un acuerdo de mínimos, pero lo lógico sería que la responsabilidad recayera íntegramente en la institución académica y nosotros quedáramos como gestores de un festival con muchas ramas”, afirma.
Este profesor de Literatura tiene una voz maravillosa y ningún pelo en la lengua. En su segunda rueda de prensa como máximo responsable de la cita ya dejó claro que echa de menos el apoyo del sector privado. Otra medida de futuro, a su juicio, imprescindible consiste en que la taquilla de los espectáculos revierta directamente en el presupuesto del festival, de modo que se vaya incrementado de forma progresiva la capacidad de la organización.
Más allá de la cuestión económica, Romero señala la necesidad de que se produzca un relevo generacional. “Necesitamos savia nueva y ésta tiene que venir de los estudiantes y la ciudadanía. Estos se deberían implicar en la asociación y en las Jornadas”, sugiere.
Como optimista que es, considera que la concesión del Max va a marcar, necesariamente, un antes y un después en la trayectoria del festival. Pese a eso, reconoce que Almería ha perdido cierto fuelle frente a otras citas de teatro clásico. “Hay dos mundos: Almagro, que se sostiene