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“Necesito un violín”: la petición de una joven almeriense que se ha hecho viral

Adriana Calderón recurre a Twitter para conseguir el instrumento que necesita para trabajar

Adriana Calderón, durante una actuación con la Murgi Symphony Orchestra.

Adriana Calderón, durante una actuación con la Murgi Symphony Orchestra.La Voz

Evaristo Martínez
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Adriana Calderón recibió hace unos días una llamada que le alegró el día: le ofrecían un trabajo como violinista en un barco fondeado en Roquetas, donde vive desde los cinco años, cuando llegó con sus padres desde Venezuela. Ella, estudiante de Filología Hispánica en la Universidad de Almería y con los estudios de Violín terminados en el Conservatorio, supo que era una oportunidad fantástica para el verano. Solo había un pequeño problema: en estos momentos no disponía de instrumento. Hizo algunas gestiones que no dieron fruto. "Necesito el curro", pensó, por lo que recurrió a Twitter. Y su llamamiento, publicado el miércoles por la tarde, se ha hecho viral: el mensaje suma más de 1.200 retuiteos, con cientos de respuestas y decenas de ofrecimientos. "Estoy desbordada: me da reparo entrar en Twitter, porque es como cuando entras una habitación desordenada. Y quiero responder a todos", cuenta en conversación telefónica con LA VOZ.

¿Y cómo es que una violinista no tiene violín? "Mientras estaba en el Conservatorio mis profesores Verónica y Borja me dejaron uno prestado. Lo he tenido muchos años y hasta le puse nombre: 'Wifo", relata. Con él ha tocado en distintas formaciones, como la Almeraya Symphonyc Orchestra de Almería y la Murgi Symphony Orchestra de El Ejido. Incluso en algunas jam sessions. Hasta que antes de que acabara este curso otra alumna del Conservatorio necesitó el violín y Adriana tuvo que desprenderse de 'Wifo'. "Mis padres me dijeron que hacían el esfuerzo de comprar uno pero pensé que ahora mismo no iba a poder seguir con la música [su sueño es continuar con los estudios superiores fuera de Almería]. Lo vi como una señal: quizás la música no me quería", reflexiona la joven de 19 años.

Entonces llegó la oferta laboral. "Un amigo haciendo de pirata en un barco en Roquetas me dijo que buscaban una violinista. Y me vendría genial, la verdad. Empecé a preguntar a compañeros, pero no los tenían disponibles. Intenté alquilar pero las tiendas están cerradas este mes o me lo dejaban a mediados de agosto, cuando lo necesito para este lunes. Así que mis amigos me dijeron que recurriera a las redes sociales. Yo tengo perfil en Twitter (

, con 421 seguidores) pero es algo que uso con mis colegas y mi círculo cercano".

Desde la publicación del mensaje, en el que pedía que alguien le dejara o alquilara un violín durante este mes, comenzó a recibir respuestas. "Tengo los mensajes directos abarrotados y un montón de respuestas: me hablan de un lutier de Granada que hace préstamos o de una biblioteca de Madrid que los cede. Pero ninguno llegaría a tiempo. Incluso han llegado a etiquetar a Pablo Díaz, el ganador de 'Pasapalabra', que es violinista. Como lo retuitee...". La periodista Celia Blanco (

), afincada en Almería y con más de 21.000 seguidores, también se ha hecho eco de la petición de la roquetera.

Ahora, Adriana ya ha podido probar los violines de dos amigos. "Son de iniciación pero eso es más que nada". Su idea es ir tocando con ellos estos días, para hacerse al instrumento antes de presentarse al trabajo. Incluso le han contestado desde Barcelona. "Un señor me escribió y me dijo que tenía uno desde hace 30 años que casi no ha usado: su madre se lo regaló pero no se le daba bien y lo guardó. Está perfectamente cuidado, en un estuche con candaditos, como los de antes. Hasta me ha enviado fotos y vídeos de cómo suena", cuenta emocionada.

La roquetera está feliz y agradecida por la respuesta a su mensaje. "Le doy las gracias a toda la gente que se ha volcado en mí y, a la vez, con la cultura de Almería. Sin ellos habría tirado la toalla, de verdad". Aún no canta victoria: lo hará cuando se suba al barco con su violín y logre el trabajo. Lo que parece claro es que alguien le está mandando una señal: la música sí la quiere.

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