Estas son las sonrisas orientales de Almería. Las sonrisas de los niños almerienses que se vinieron desde sus lugares de nacimiento en China y en otros países del Lejano Oriente, gracias a esa especie de milagro real que es la adopción. Las familias almerienses que decidieron adoptar niños de esa procedencia se reúnen anualmente para celebrar el año nuevo chino. En realidad, para convertir el origen común de estos niños en una sólida relación traducida en la más encantadora de sus sonrisas. Sus padres organizan esta jornada con actividades para ellos y en el mejor ambiente familiar. La cita se celebró ayer en el Restaurante Oasis de Los Escullos.

Aurora del Rosal cuenta como la asociación ANDENI polariza no sólo a las familias que decidieron adoptar niños en china, sino también a aquellos que encontraron a sus hijos en países diferentes. Incluso, los acaso de personas que desinteresadamente tienen niños en régimen de acogida. Aurora y su marido Pepe Rumí, adoptaron a tres niñas chinas después de haber tenido dos hijas biológicas. “Tomar una decisión como esa no es cuestión de caridad, porque lo que estas niñas nos dan a nosotros es mucho más” Emocionada por la reciente pérdida de su padre, que fue un felicísimo abuelo en la última etapa de su vida gracias también a estas tres niñas, Aurora comenta que la Asociación hace todo lo que puede para facilitarle las cosas a quienes quieren vivir esta maravillosa experiencia.

También miembro de esta asociación, Gabriel Flores apunta que en Amería hay unos 90 niños adoptados de origen chino y que en España se llegó a alcanzar un registró de 3.000 adopciones anuales, sólo superado por Estados Unidos. Luego, como explica Gabriel, cambiaron las normas en China y esta cifra se ha reducido a un 10 por ciento escaso. Precisamente, a él y a su mujer Alicia Piedra les sorprendió este cambio cuando querían adoptar a su segunda hija en China. Como se eternizaba la tramitación, optaron por otros país como es Vietnam. Así, su segunda hija, de un año y medio nació vietnamita y ahora es almeriense.

La primera niña almeriense de origen chino se llama Carmen Rumí y tiene 14 años. Asegura que nunca ha tenido problemas por tener un aspecto diferente y que comenzó a aprender chino, pero que lo ha dejado porque no tenía demasiado tiempo. Su profesora, Xiao Li, experta en pedagogía de la lengua, da clases a estos pequeños e incluso, tiene ya a una alumna aventajada que habla chino bastante bien. Xiao la considera su ayudante, pese a no tener más de 9 años y una tímida sonrisa. Su nombre en chino es Hua-Hua.

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