El arbitraje de Valladolid con el VAR por encima de Arcediano parecía un accidente y lo de Córdoba se sale de madre. Para subir a Primera hay que cuidar todos los detalles y el Almería no se puede cruzar de brazos ante actuaciones como las vividas en dos partidos que le han costado 5 puntos que valen un liderato. 

No se entiende el arbitraje de Aig Rig permitiendo al Córdoba los agarrones reiterados a jugadores del Almería sin ser amonestados, y no atender las peticiones de los rojiblancos para que viera la jugada del penalti con agarrón previo a Baba. La Segunda no es fácil y una mala tarde de un colegiado se paga muy cara.

Es un equipo que sale a competir con limpieza porque es el reflejo de un entrenador muy deportivo y a las primeras de cambio sus jugadores se cargan de tarjetas cuando a sus rivales se les permite ir al límite del reglamento. 

Da la sensación de haber un distinto rasero a la hora de pitar al equipo almeriense y hubo malos arbitrajes que el Almería enterraba con una victoria, pero no siempre se puede ganar de forma holgada en una categoría tan ajustada como la Segunda. El entrenador no se queja y pasa de puntillas por la situación pero su club se debe mover: va el ascenso en ello.

El Almería sería líder si el VAR no actúa en Valladolid y si lo hubiera hecho en Córdoba. Han volado 5 puntos en dos partidos y esto es mucho en un fútbol profesional donde el nivel de exigencia es máximo y no solo para los futbolistas, ya que el estamento arbitral está profesionalizado y viven para ello. No se entiende la forma de pitarle al Almería siendo sus jugadores deportivos en exceso. Lo de Córdoba no debe pasar inadvertido.

Sometidos a agarrones y reiteración

Los partidos de Segunda División son al límite y en la categoría se suele dar que los árbitros más veteranos fallan más que los que llegan nuevos a la categoría y es un dato que preocupa. El Almería puede dar fe de ello ya que dos experimentados como Arcediano Monescillo y Aig Reig no estuvieron a la altura de su categoría y sus errores le han costado al Almería no estar liderando la clasificación con 5 puntos más en su casillero. No se entiende como en la mayoría de partidos los agarrones a jugadores del Almería se les perdonan al contrario y suele pasar que la primera amarilla la ve un jugador rojiblanco.

A Sergio Arribas y Embarba lo agarraron en Córdoba varias veces y hasta de forma reiterada y no vieron cartulina amarilla. A la mínima protesta el árbitro reprime al jugador del Almería y sabiendo que no los dejan jugar aplica el reglamento a su antojo y ha pasado en otros partidos que se ganaron, pero no siempre se puede marcar más de un gol en los partidos. Da la sensación de haber un reglamento o rasero distinto cuando del Almería se trata. Eso que se dice de pitarle a los equipos grandes mejor, no se da en el Almería: como aspirante al ascenso que es.

Los errores han costado 5 puntos

Parecía que el partido de Valladolid con López Toca desde la sala VAR dirigiendo por encima de Arcediano en el campo, era solo una mala tarde para el estamento arbitral, pero lo de Córdoba ha sido un cúmulo de desaciertos ya que hubo un agarrón a Baba en la jugada del penalti que no se revisó y las imágenes dejan claro que el jugador del Córdoba se quita de en medio al rojiblanco y pita penalti en la siguiente jugada. El Almería debió ganar en Valladolid, y en Córdoba con el gol de Arnau, y ese penalti penalizaba con dos puntos que tenía en el bolsillo siendo mejor que su rival.

El estamento arbitral tiene savia nueva en su organización pero siguen siendo los mismos los que salen a los campos y los errores se siguen cometiendo. Queda mucho por hacer y el Almería siendo un equipo deportivo y que colabora con los colegiados, suele salir mal parado en el reparto de las tarjetas y perjudicado cuando el juez de la contienda tiene una mala tarde. 

Han sido 5 puntos que valen un liderato de la categoría y el club no eleva queja alguna sabiendo que los pequeños detalles y esos errores arbitrales te van lastrando y no siempre se pueden marcar más de dos goles en los partidos. La Segunda exige mucho y el Almería no se ve premiado por su talante deportivo. No se trata de dar nada: que no te quiten ya es sumar.

Un mal arbitraje lo entierra una victoria

Ha sido una constante desde la propiedad de Arabia que el club no eleve queja alguna al CTA cuando vienen mal dadas. Esta vez tampoco va a suceder, pero la afición se cansa porque en Córdoba olía a fiesta grande con el marcador a favor y el Almería generando ocasiones de gol. 

Solo una tarjeta amarilla (Centelles) deja constancia de la deportividad de los almerienses que fueron a jugar a la pelota sin más. Se veía superior el equipo hasta que un error cambió la dinámica y el partido entró en un terreno peligroso por las decisiones arbitrales.

Si no se piensa quejar el club de los errores al CTA que se vaya preparando para ganar los partidos por más de un gol, y punto en boca con los colegiados, ya que son implacables con futbolistas que reflejan en el campo el talante de su entrenador. No se entiende como jugadores que van a por la victoria y que no utilizan malas artes sean penalizados cuando es lo que todo árbitro pide antes de los partidos. No se entiende como se le pita al Almería siendo el equipo más valorado de la categoría y, por ende, tiene a los futbolistas de mayor calidad que no necesitan marrullerías para ganar. Una victoria entierra toda mala actuación arbitral.