Los resultados no se han dado y cuando no llegan, el entrenador aparee en el foco y el futuro de Rubi no solo depende de los marcadores, sino de la paciencia del nuevo presidente. Y la paciencia nunca ha sido moneda corriente en el Almería. El club rojiblanco ha cambiado de manos, pero nadie sabe si lo hizo de alma, y mientras que al ministro de Arabia Saudita se le veía venir, al inversor Mohammed Al-Khereiji nadie lo conoce a ciencia cierta y en sus mensajes ha dejado claro que quiere subir a Primera División de forma directa y no va por el buen camino su club.

Rubi es un entrenador puente entre dos presidentes y no tiene claro donde está el límite de la paciencia. Turki lo llamó y le daba tres años para subir al Almería a Primera División pero en los mensajes de Al-Khereiji nada se ha filtrado sobre sus intenciones con el entrenador. El jeque ha estado en su Palacio dirigiendo al club en la distancia y el inversor multimillonario anda encima del equipo y se prodiga por Almería. Con una plantilla cara y expectativas altas no debe estar tranquilo el entrenador, porque su presidente ha dejado claro que: “Vine sin billete de vuelta. Estoy aquí para quedarme y trabajar por el club”.

La ambición de Al-Khereiji

“No voy a ser un presidente que venga y lo cambie todo. Quiero construir algo especial para la comunidad almeriense”. Primera declaración de intenciones en su presentación de un presidente ambicioso al que le costaba mucho dinero el club y no subir a Primera le ha salido muy caro en su primer año de gestión. “Me da pena que con todo lo que se ha trabajado no hayamos logrado el ascenso. Nuestro objetivo es subir el año que viene”, comentaba para dejar muy claro que pone alto el listón del equipo para la temporada actual.

El presidente del Almería ha mostrado sus cartas desde su comparecencia en rueda de prensa dejando claro que con el banquillo: “Nos sentaremos con Rubi y discutiremos lo que se ha hecho bien y mal”. De esa reunión, si la hubo, nada ha trascendido y no se pone límites: “Iremos piso por piso hasta construir el edificio más alto posible”. Mohamed Al-Khereiji es presidente de Saudi Media Company (SMC) y CEO de Engineer Holding Group (EHG), conglomerado con intereses en medios, inmobiliaria, hostelería, alimentación, inversión y tecnología. Su patrimonio ronda los 2.700 millones de dólares.

La huella de Turki no se ha borrado

La venta del Almería se cerró en unos 100 millones de euros y se ponía el punto y final a la era del ministro de Arabia, más emocional en su llegada y discreto en su salida. La paciencia con los técnicos era limitada en sus primeros años y luego la paciencia se imponía. El cambio de propiedad se gestaba en su palacio y el club mantiene a sus hombres fuertes en cargos de responsabilidad que se han integrado en la nueva propiedad. El organigrama es básicamente el mismo y Mohamed El Assy sigue siendo el otro presidente a escala provincial.

Las grandes obras que tiene proyectadas el club siguen en el calendario como pilares para la nueva propiedad. Una Academia tasada en 13 millones de euros y la ampliación del Mediterráneo darán al club un plus a nivel social y global, ya que se pretende que la Ciudad Deportiva sea punto de destino de los mejores clubes de Arabia Saudita en un futuro cercano. La nueva propiedad si se ha dado un plazo para aterrizar, ya se ha cubierto, y toca pasar a la acción siguiendo la huella de Turki Al-Sheikh que lo dejaba todo bajo control. Mohammed Al-Khereiji tiene la palabra.