Sin saber donde están los límites de la paciencia de Mohammed Al-Khereiji, todo son dudas en el Almería de hoy alejado de los puestos de honor y aferrado a su buena propuesta futbolística y poco más. Ningún rival ha sido mejor en las cinco jornadas celebradas y a ello se debe agarrar un entrenador que muere con sus ideas ofensivas y la propuesta valiente le avala, pero sabe bien que a punto por partido su puesto peligra y lo mejor es cambiar la dinámica por la vía rápida y empezar a ganar los partidos de casa y arañar fuera todo lo que pueda para que llegue la calma.

Nadie ha sacado a gorrazos del campo al Almería, pero el Albacete le hizo cuatro goles y tres el Valladolid, sin ser mejores en el verde. La categoría es de rachas y debe estar pasando por una mala el equipo rojiblanco porque no se entiende como su propuesta no recibe el premio de los puntos, que a la larga darán al entrenador tranquilidad y brillo. Cambiar la dinámica es lo que se busca cuando se despide al entrenador y se le agradecen los servicios prestados. Han pasado muchas cosas en los cinco partidos celebrados y lo malo se impone a lo bueno porque se trata de ganar y de sumar: no hay otra.

Una victoria con una propuesta valiente y a punto por partido, más cerca de la cola que del ascenso, encienden las alarmas en el club. Nadie ha abierto la boca, pero calcando el inicio de la pasada campaña las dudas aparecen y, si Turki Al-Sheikh siempre lo tuvo claro con Rubi, hay que partir de la base que Mohammed Al-Khereiji no lo firmó y quiere el ascenso directo a Primera. Lo de cambiar la dinámica se le hace urgente al entrenador del Almería.

Nadie ha sido mejor que el Almería

Los resultados son los que mandan y están por encima de todos, ya que se trabaja para ganar y lograr los objetivos deportivos. El buen juego no se contempla en la clasificación y se vive de la victoria y de los puntos. Se muere con la derrota. A favor del entrenador está su propuesta valiente. Es como si dirigiera al Barça porque sale a por los partidos sometiendo a sus rivales, pero todo lo que le genera el rival acaba dentro. La metáfora de la manta que utilizaba José Luis Oltra se la debe de aplicar porque son muy buenos en ataque pero flojos en defensa: nada nuevo.

A la hora de tomar medidas al entrenador le avala el juego del equipo y como los rivales se han visto superados en los cinco partidos: solo a nivel de juego. Sin hacer mucho el Albacete se llevaba un punto de Almería, el filial de la Real Sociedad otro, aprovechando despistes en defensa y las dos derrotas ante Racing y Valladolid fueron del todo injustas ya que han sido los encuentros más completos de la temporada y no le han dado al equipo un solo punto. Se está cerca del despegue que todos desean para el nuevo Almería.

El fútbol no le está dando lo que genera

Rubi tiene razón cuando clama al cielo por sentirse “maltratados” por los árbitros, pero los números son fríos y duran mientras que las sensaciones vuelan y se olvidan. El Valladolid es el vivo ejemplo de esa forma de competir para sumar. La propuesta de Guillermo Almada es clara y se basa en la solidez atrás y esperar el error del rival. Hay que aplicarse el cuento porque le salen las cuentas al entrenador urguayo y no al catalán del Almería. El fútbol se la debe al Almería por su buena propuesta.

El club y su entrenador están contentos con la plantilla y van de la mano, pero faltan los marcadores que es lo fundamental para que se pueda trabajar con confianza y alejados de la presión. Los resultados son los que mandan y mueven los banquillos. No está por la labor de cambiar a día de hoy el club, pese a que nada ha trascendido y se desconoce si el presidente está contento o molesto con la marcha del equipo, salvo que Mohamed El Assy le haya transmitido algo a su entrenador.

Cambiar la dinámica es cambiar de técnico

Si los resultados no se dan aparecen los temidos grajos al acecho de un banquillo en apuros. Nada nuevo en el mundo del balón y lo saben los entrenadores de memoria. A Rubi no lo van a echar por no trabajar, pero si lo pueden despedir si el equipo no despega. Juega a su favor que el Almería transmite buenas sensaciones y a los futbolistas se les nota implicados, pero después del mal inicio de la pasada temporada nadie podía imaginar este escenario por la calidad de los futbolistas y la propuesta valiente del entrenador.

Suele pasar que primero se ratifica y luego se rectifica si de entrenadores se trata, pero tiene margen el preparador catalán porque las dos derrotas encajadas han sido injustas y mostrando una cara valiente y una propuesta ganadora. No es el Almería un equipo ‘muerto’ ya que los jugadores están implicados y se ha ganado en solidez, pese a que todo lo que le generan acaba dentro y cuando se empieza a hablar de la dinámica: mal asunto.