Tiene para hacer una defensa nueva y ha empezado la construcción del equipo desde atrás pero la puesta en escena ante el Al-Nassr y contra el Albacete no ofrece garantías de éxito, porque los errores groseros se mantienen y el entrenador suspende su asignatura pendiente. Rubi es el mejor atacando y defendiendo no pasa de ser uno más para desencanto de una afición que asiste a un carrusel de desajustes para empezar la temporada, con su equipo encajando cuatro goles ante un rival que no es de los considerados serio aspirante al ascenso.

El entrenador se lo tiene que mirar porque hay jugadores que no se prodigan en la marca y dejan pasillos por las bandas. No se puede entender como un Chirino recién salido al partido no pudo con Morcillo que llegaba sobrado de velocidad y centraba a placer para dar goles a su equipo. Las dos bandas son mejorables porque la de Centelles es buena en ataque y pobre en defensa. Si el Almería se tiene que construir desde atrás todo empieza por el entrenador que se debe aplicar y acertar con el sistema y los jugadores que lo ponen en práctica.

Ha sido una constante en la carrera del entrenador catalán que sus equipos ataquen de cine y defiendan de pena. A esto se une que el factor campo juega en su contra porque en casa le salen las cuentas y en los desplazamientos sus equipos bajan prestaciones. Su etapa en el Almería está salpicada de grandes logros en el Mediterráneo y fuera de casa una sangría de puntos con los mismos futbolistas. En pretemporada anunciaba construir un nuevo Almería de “aire fresco” y el partido ante el Albacete no lo deja en buen lugar.

Errores groseros ya conocidos

No es la primera vez que pillan al Almería de Rubi celebrando un gol. Suele pasar que los cambios lleguen tarde y que la defensa cargue con el mochuelo. Todo lo maneja desde el banquillo Rubi y su staff técnico bien poblado que no acierta. Antes del primer minuto marca el rival en un saque de banda. Se pone por delante el Almería y empatan nada más sacar de centro. Entra Morcillo que es un velocista por la izquierda y supera a todo rojiblanco que se ponga enfrente. Los centros laterales son una condena que viene de lejos y nadie entiende como se vuelve a repetir.

La lesión de Nelson Monte no justifica la imagen del equipo ante el Albacete después de haber comenzado la reconstrucción desde la portería a cero. Los cuatro goles que le marcan al Almería no son nuevos para una afición desencantada que confía en su entrenador para que corrija, acertando con los hombres que tienen que defender y mejorar las prestaciones de un equipo que no es fiable desde la primera jornada de la competición.

Defensa nueva sin contundencia

Rubi siempre ha confiado en Chumi para el centro de la zaga y otro, y en Centelles para el lateral izquierdo. Dos futbolistas que forman parte de la defensa más goleada y cuestionada por la afición rojiblanca. Son fijos para el entrenador y salen en la foto de los goles y el Rubi sigue sin hacer autocrítica. No son futbolistas contundentes en la marca y los centros laterales los desnudan y esto es algo que viene de lejos. Si se ha trabajado en defender mejor los jugadores no se enteran o el entrenador no les transmite la idea que pretende.

Se habla de buscar un central con experiencia y mientras no cierren bien los laterales y vengan las ayudas del centro del campo nada va a cambiar. Hay jugadores que no aportan en la mejoría y se lo debe mirar el entrenador, porque acertar con una defensa de garantías te lleva al ascenso. El Almería tiene pegada y genera muchas ocasiones, pero no hay forma de dejar de encajar esos goles que se saben de memoria los abonados rojiblancos.

Cada centro lateral es peligro de gol

Las dos bandas del Almería son mejorables a tenor del rendimiento en la primera jornada de LaLiga. Chirino y Luna por la derecha con Álex Muñoz y Centelles por la izquierda no pueden cargar con toda la culpa ya que suelen subir mucho y no le cubren bien las espaldas. Álex jugó de central. Cuando llegaba al partido Jon Morcillo no se tomaron las debidas medidas y el delantero vasco con su punta de velocidad se iba de Chirno y de Lopy si bajaba en su ayuda. Parecía Morcillo un velocista al lado de los rojiblancos. Cada centro lateral es peligro de gol porque los centrales no son contundentes y el portero queda vendido.

Le ha pasado al entrenador en otras temporadas y sigue sin acertar con los hombres que le dejen la portería a cero en los partidos y dar rienda suelta al ataque para sumar puntos. Poco se corrige a tenor de la imagen que ofrece el Almería del “aire fresco” que pregona Rubi. Tan bueno en ataque como pobre en defensa. Capaz de lanzar 20 corner y acribillar al contrario y solo sumar un punto. Hay que mirar el partido y hacer autocrítica.

Rubi no aprueba la asignatura

Hay que tenerlo claro. Los equipos que entrena el catalán no defienden bien y son flojos fuera de casa. Nada nuevo para unos aficionados que saben lo que les espera otra temporada. Hay jugadores suficientes para mejorar las prestaciones del Almería en defensa y corregir la sangría de goles para optar al ascenso. Rubi saca matrícula de honor con su apuesta ofensiva cada temporada y suspende en defensa. Desde su llegada al club ha sido una constante y en cada rueda de prensa habla del trabajo semanal y nunca de sus errores: que los comete.

El entrenador del Almería debe tener claro cuando tiene que cambiar y no esperar un minuto determinado. Los partidos te van diciendo, y si el Albacete se te sube a la chepa, se tira un jugador al verde y se para el partido. No se pueden programar los relevos en los partidos y no es la primera vez que le ha salido muy caro. Es un entrenador con mucho oficio pero no se entiende como no paró al rival a tiempo. Llegaba tarde de nuevo. Hay que seguir apoyando su gestión porque cuando sea capaz de tapar la sangría de goles nos vamos a divertir con su propuesta ofensiva.