Una de las cosas que no ha cambiado con el paso de los tiempos es la visita a la Virgen del Mar del Almería y no importan las siglas. Desde 1904 con los primeros partidos en el Puerto, los equipos que nacían y morían se encomendaba a la madre de todos los almerienses. Los tiempos cambian pero si se quiere cumplir con la tradición es mejor hacerlo bien y no cubrir el expediente. Cada inicio de temporada como cada logro deportivo, acaba con flores a la Virgen del Mar. Hemos pasado de un día de fiesta para equipo y afición a cubrir el expediente.

Se ha pasado de una iglesia llena y los municipales regulando el tráfico, a una plantilla con ropa de paisano sin uniformar y mínima representación institucional. Hasta los Almerías más pobres iban con el traje de gala a poner flores a la Virgen del Mar y con Alfonso García se llenaba el autobús del club. No tienen la culpa los nuevos dueños de la entidad que no saben de la tradición y corresponde a los empleados transmitirles todo lo que significa el acto de la ofrenda floral y a las peñas defenderlo. A este paso ni el capellán de la virgen acabará apareciendo en la foto.

Una tradición del club representativo

Suena a cubrir el expediente y poco más lo que se vivía en la tarde del pasado miércoles. No hubo anuncio público para los aficionados y nadie se queja. Ni las peñas que ponían su colorido en el acto que daba el inicio a la pasión rojiblanca a las puertas de la temporada. Los niños tocaban a los jugadores y hablaban directivos, técnicos y capitanes. La tradición se mantiene pero ya nada es lo mismo. El día de visitar a la Patrona de Almería todos estaban presentes. Con ropa de gala y los aficionados tirando fotos a los futbolistas.

Con Guillermo Blanes no salían del templo porque se prodigaban a base de saludos a la temporada y de ascensos. Hasta el primero de los equipos en 1989 visitó a la Virgen del Mar con ropa de paseo y no faltó nadie. No se debe perder esta tradición tan almeriense. No son culpables los nuevos propietarios y toca a su equipo de gestión informarles de lo que representa para Almería la ofrenda floral. Antes se apuntaba hasta el alcalde de la ciudad. Cómo cambia la vida...

El día que la afición toca a sus futbolistas

No debemos convertir la ofrenda floral a la Virgen del Mar en una misa de barrio. Un respeto, porque viendo a los jugadores cada uno con la ropa de andar por casa, queda claro que no se le ha dado relieve desde el club. Ni una reseña en la prensa de la visita de los futbolistas. Escasa repercusión mediática para llamar a una afición que tanto le aporta al club. Esas peñas que han dado colorido y colapsaban el tráfico y llenaban el tempo ¿dónde están?

Ha sido tan importante esta tradición para Almería que no se debe perder ni convertir en un mero trámite con un “que hable el que pille” las fotos y cada uno a su casa. Luego, nos acordaremos de la Virgen del Mar cuando el equipo no gane partidos. Los dirigentes, técnicos y futbolistas no tienen la culpa porque ellos se hubieran uniformado si se lo dicen y no ir cada uno a su ‘bola’. Cada año está bajando el listón y cuando la vieja guardia del Almería con Blanes a la cabeza deje de asistir...

La directiva al completo y la plantilla de uniforme

No se debe repetir la imagen de la última ofrenda floral. Los que ya tenemos una edad hemos ido a por la foto y a estrechar la mano de nuestros ídolos, luego, a cubrir la información y siempre con tiempo para pillar sitio porque era un día de comunión entre futbolistas y afición. Se puede organizar mejor y anunciar el evento para que nadie falte. Parecía un entrenamiento a puerta cerrada. Los medios de comunicación siempre dieron realce al acto y costaba pillar el mejor de los lugares para conseguir las imágenes del momento.

Ojalá que la próxima visita sea en mayo con el ascenso del Almería a Primera División y ese día vuelvan los municipales a controlar una situación que muchas veces se iba de las manos por el cariño de una afición entregada. Se puede mejorar mucho la ofrenda floral 2025 en la que por destacar algo: solo daba la talla la Virgen del Mar. No lo estamos haciendo bien los almerienses si pasamos de largo por un acto que se pierde en la noche de los tiempos, y que no entiende de religiones, porque de lo que se ha tratado siempre ha sido de llevar de la mano ante la Virgen del Mar un equipo y su afición. Vayan tomando nota.