Poco se habla de la Academia del Almería y menos de las personas que la vienen sosteniendo. Esos llamados hombres de club que no tienen precio y van renovando de año en año sin tener un futuro garantizado. Todos a sus puestos a fabricar talento y dinero para un club que cada día se parece más a una empresa. La pregunta que se hace Almería es si está bien amarrado y cual es su precio ante la llamada de otra entidad. Entrenadores tienes todos los que quieras y hombres de club se hacen a base de temporadas y tiempo. El Almería tiene en Alberto Lasarte un cheque al portador.

Nacido en Jaén llegaba de la cantera del Linares para ser uno más en el organigrama técnico del Almería y no ha pasado inadvertido a tenor se sus constantes ascensos, hasta instalarse a las puertas de un primer equipo al que dirigía en Primera tras ser despedido Vicente Moreno. Ha sido segundo de España en la Copa del Rey con un ascenso a la 2ª RFEF a renglón seguido. Ha dotado de grandes jugadores al primer equipo y ha metido mucho dinero a base de traspasos en su club. Tan importante como amarrar a Rubi debe ser para el Almería tener atado a Alberto Lasarte.

Un entrenador que ha dado mucho al Almería

Llegó sin hacer ruido y se ha sabido adaptar a los equipos que le iban dando hasta alcanzar el filial donde ha demostrado su categoría como entrenador. Se le exige ganar partidos como a todo entrenador, pero lo suyo va más de acertar con los fichajes y hacerlos mejores. Poner sentimiento rojiblanco a futbolistas que vienen de fuera y ponerlos en dinámica del primer equipo, pidiendo desde el primero de los entrenamientos gen competitivo marca de la casa.

Ahora que los Bruno Iribarne, Marcos Peña, Rachad... Y tantos otros que llegaron a la cima con Lasarte en la Copa del Rey celebrada en León, toca dar su protagonismo al que los hizo mejores sin tener unas instalaciones como la mayoría de sus rivales adaptado a lo que toca. Deportiva y económicamente es rentable y lo puede perder el Almería en cualquier momento. Los entrenadores como Lasarte son objeto de deseo de las grandes canteras y está en el foco. Que no se descuide el Almería porque a medida que crezcan y triunfen sus jugadores: sube el precio del jiennense.

Identificado en la tarea escapando de los focos

Alberto Lasarte va cada día a la oficina junto a Ibán Andrés sabiendo su rol en el club y lo que le puede dar. Desde que llegara en 2018 antes que Turki, se ha identificado con el club y la ciudad. Ha sabido acoplarse a la filosofía de un club que proyecta una gran Academia y se le necesita porque todo va a ser más fácil cuando los futbolistas del Almería tengan una casa y dejen de estar repartidos por los campos. Hay que amarrar lo que funciona y no es fácil encontrar entrenadores como Lasarte porque se los rifan los clubes por su gran conocimiento.

Si el club apuesta por sacar jugadores de la cantera: los tiene. Lasarte puede presentar su hoja de servicios y también el almeriense Ibán Andrés. Y si se trata de generar dinero se lo ha dado al Almería pero sus cantidades y traspasos no son sonados porque el primer equipo lo eclipsa todo. En la medida que sus futbolistas vayan triunfando en el fútbol irá subiendo el caché de un Alberto Lasarte que no lo tiene amarrado el Almería, ante la llamada de un club grande. 

La pregunta es ¿Cuánto vale este hombre? En función de su valor y lo que genera, tenerlo contento y con la cabeza en el Almería alejado de ofertas mareantes que con el tiempo le van a llegar, es de obligado cumplimiento.