Llegó por fin el primer ascenso de la Unión Deportiva Almería a Primera División, una brillante efeméride para siempre recordar y por supuesto para tener muy presente en la nómina de los grandes logros conseguidos por el club rojiblanco. El 19 de mayo de 2007 el equipo capitalino, dirigido entonces por el vasco Unai Emery se enfrentaba a la Ponferradina en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. 

Faltaban solo cuatro jornadas para el final de Liga y la Unión Deportiva Almería estaba virtualmente en la máxima categoría del fútbol español, aunque aún le faltaba dar ese paso definitivo para conseguirlo de manera matemática. Una semana antes había tenido la oportunidad en el “Francisco Artés Arcos” frente al Lorca, pero no pudo lograrlo y no se pudo cantar el alirón que esperan los varios centenares de seguidores rojiblancos.

En esta ocasión hace dieciocho años, los rojiblancos no querían fallar, máxime jugando esa tarde en casa y ante alrededor de unos 15.000 espectadores que llenaron a rebosar el Estadio de los Juegos Mediterráneos. 

La historia

En ambiente de fiesta estaba preparado, aunque los primeros compases del encuentro volvían a llevar a las gradas el nervosismo y la incertidumbre porque la Ponferradina se adelantó en el marcador.  Pero pronto cambió el decorado. Ortiz Bernal, marcó primero, y Kalu Uche, después le daban la vuelta al marcador y se llegaba al descanso del partido con 2-1.

En la continuación y en los primeros diez y quince minutos se sucedieron las alternativas, hubo emoción y de nuevo, la sombra de la incertidumbre planeo sobre los asistentes que llenaban el estadio hasta que en el tramo final de la confrontación el talaverano Miguel Ángel Corona, tras una asistencia del zaragozano Fernando Soriano, ponía el 3-1 definitivo en el marcador lo que suponía alcanzar el ansiado y esperando ascenso a la Primera División, sin duda un hito en esos años para un club tan joven como entonces era la UD Almería.

El partido

El partido concluía, y la fiesta comenzaba. Primero lógicamente en el terreno de juego, luego en los vestuarios y después dándose el equipo un baño de multitudes por la ciudad, acompañados por los miles de almerienses que se echaron a la calle para festejarlo. La UD Almería comenzaba a escribir su época dorada. El once que presento el míster de Hondarribia ese día fue el siguiente: Westerveld; Bruno (De Palmas), Acasiete, Carlos García, Domingo Cisma; Cabrera (Corona), Soriano; Ortiz, Uche, Mané acabó expulsado y Míchel (Bermejo). El resto es un retazo de la historia del deporte almeriense, con esos goles de Kalu Uche en el 19’ y Ortiz Bernal en el 21’. Quién mejor que nuestro querido zapillero para remontar, con su conocida celebración. Estuvo espectacular.

En el descuento Corona, con su famoso contragolpe, hizo vibrar y saltar las lágrimas de los miles de aficionados que después colapsaron el Paseo de Almería, las calles adyacentes y la Plaza Las Velas para ver el autocar descapotable con los jugadores directivos equipo técnico y lleno de políticos apuntados al carro, culminando una temporada de ensueño que no comenzó nada bien, pero la Virgen del Mar nos echó una mano No fue un sueño, sino una realidad. No lo olvidemos es nuestra historia y ya han pasado 18 años.