Un técnico de Segunda: a la policía
Insultos, amenazas y coacciones por redes sociales a él y a su familia

El entrenador del Racing de Santander ha dicho basta.
La presión de los banquillos en Segunda División es enorme para los profesionales que tienen que soportar los malos resultados y vivir con la presión de la grada cuando exige lo que solo el fútbol puede dar. La presente semana el preparador del Racing de Santander, José Alberto López, se ha visto obligado a denunciar en la policía: insultos, amenazas y coacciones por redes sociales a él y a su familia. El entrenador se personó en la comisaría y exponía algo que se sale de madre dentro de lo que un entrenador puede llegar a soportar en un banquillo. Tras el partido ante el Eibar en la red X. El entrenador no lleva personalmente sus redes sociales como sucede en la mayoría de banquillos de LaLiga.
Lo que más daño ha hecho a José Alberto, según indican desde el club, es que en esos mensajes se ataque a sus hijos y se diga el colegio al que van, lo que desde el Racing ven como un intento de coaccionarle, cita la agencia EFE. En la rueda de prensa previa al partido ante el Elche, el técnico ha asegurado que él está al margen de las redes, porque se las lleva otra persona, aunque ese gestor y el propio club le trasladaron lo que estaba ocurriendo.
El entrenador del Racing goza de una complicidad con la afición que se ha notado siempre cordial celebrando triunfos y aguantando las derrotas todos unidos. Esta situación salida de madre no le hace cambiar su opinión sobre sus fieles seguidores. Es un preparador muy valorado en la Segunda y en Santander.
Implicado
"Las críticas las aceptamos porque forman parte de nuestro trabajo y, además, creo que son buenas, pero no voy a tolerar ni aceptar, por parte de nadie, amenazas, coacciones e insultos a gente que quiero y que no está en esta película. Hay una denuncia interpuesta en la policía, que realizará su trabajo y veremos hasta dónde pueden llegar", ha sentenciado. Eso sí, el técnico asturiano ha recalcado que "este hecho puntual" no le hace cambiar la opinión respecto a la afición, ya que se siente "súper querido y respetado".
Presión
La profesión de entrenador lleva implícita una carga emocional en función de los marcadores que a veces supera las previsiones de muchos técnicos. Dirigir a un club aspirante al ascenso implica mucho a nivel emocional para el profesional del banquillo pero no se deben sacar las cosas de contexto porque se trata de un deporte o de un juego como han calificado muchos entrenadores que a lo largo de su carrera han soportado una enorme presión en el banquillo. Dirigir al Racing de Santander es de máxima exigencia y lo viene realizando sin problemas José Alberto que ha tenido que ir a la Policía para parar algo que nada tiene que ver con el fútbol.