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Así es la ruta gastronómica de uno de los bares de desayuno más populares de Almería

Los lugares favoritos de La Época de Maricastaña para disfrutar de la provincia desde el primer café hasta la última copa

Parte del equipo de La Época de Maricastaña

Parte del equipo de La Época de MaricastañaSara Ruiz

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En Almería, el día empieza temprano y muchas veces lo hace alrededor de una mesa. Un café humeante, una tostada bien hecha y la luz del mar entrando por la ventana marcan el ritmo de la mañana. Hay bares que forman parte de esa rutina diaria, lugares donde se desayuna sin prisa, se charla un momento y la ciudad va despertando poco a poco entre vecinos, trabajadores y paseantes.

Uno de esos sitios es Bar La Época de Maricastaña, en la Avenida Cabo de Gata, un referente para quienes entienden el desayuno como algo más que un trámite. Al frente del proyecto está Alicia Pintor, gerente del bar, que conoce bien los gustos de la ciudad y el valor de los pequeños rituales. Cuando sale de su local, sigue buscando lo mismo: buenos desayunos, terrazas agradables, cocina honesta y producto de calidad. Esta es su ruta gastronómica por Almería, una guía cercana y personal de los lugares donde más disfruta dentro y fuera de la barra.

¿Dónde desayunar?

Para desayunar fuera de Maricastaña, la elección se inclina por los lugares donde el producto y el cuidado se notan desde primera hora. Bako Pastry, en Huércal de Almería, es una de esas paradas que merecen el desplazamiento. Un obrador artesano donde panes y bollería se elaboran a diario, con un concepto de desayuno tranquilo y bien pensado. Es el tipo de sitio donde apetece sentarse sin mirar el reloj y disfrutar de un café acompañado de algo hecho con mimo.

¿Dónde tomar el aperitivo?

El aperitivo pide sol, espacio y un ambiente relajado. Por eso, la terraza de Santa Clara, en el Paseo Marítimo Carmen de Burgos, se convierte en una opción ideal. Frente al mar, con buen ambiente y una ubicación privilegiada, es perfecta para tomar algo a media mañana y dejar que el día avance sin prisas, con el Mediterráneo siempre de fondo.

¿Dónde comer?

Para la comida, la apuesta es clara por la cocina de siempre. El Bello Rincón, situado en la N-340a, es uno de esos restaurantes que forman parte de la memoria gastronómica de Almería. Cocina tradicional, platos reconocibles y un trato cercano que invita a volver. Un lugar donde comer bien sigue siendo una cuestión de sencillez y respeto por el producto.

¿Dónde tomar un café y un dulce?

La pausa de la tarde es un momento que se disfruta sin prisas, y para eso nada mejor que volver a los sabores de siempre. La Pastelería del Águila de la Vega de Acá es una referencia en Almería cuando se trata de café y repostería tradicional. Un lugar con historia, vitrinas llenas de dulces clásicos y ese ambiente de confitería de toda la vida que invita a sentarse, charlar y alargar la merienda. Aquí, el café se acompaña de recuerdos y de recetas que han pasado de generación en generación.

¿Dónde tomar unas copas?

Cuando el día empieza a caer y apetece cambiar de registro, la opción es CREAM Coffee & Cocktail. Un local que combina el ambiente relajado de una cafetería con una cuidada propuesta de coctelería. Su carta es amplia y variada, pensada para quienes disfrutan tanto de los clásicos bien ejecutados como de propuestas más actuales. Es un sitio cómodo para empezar la noche, quedar con amigos o simplemente dejar pasar el tiempo con una copa bien preparada.

¿Dónde cenar?

Para la cena, la recomendación se mantiene firme en La Casualidad, en la calle Costa Balear. Un restaurante acogedor, donde el tamaño del local juega a favor de la experiencia. El ambiente es cercano y tranquilo, y la cocina se apoya en un producto bien tratado y platos pensados para compartir y disfrutar sin prisas. Es uno de esos sitios donde la calidad se nota en los detalles y donde apetece volver una y otra vez.

Un producto que comprar en el mercado

En el mercado, la mirada se dirige directamente a la huerta almeriense. Las verduras frescas son imprescindibles: sobre todo los tomates llenos de sabor. Producto cercano, versátil y lleno de posibilidades, que forma parte de la base de una cocina sencilla y bien hecha, muy presente también en el día a día de Maricastaña.

Un 'souvenir' gastronómico

Para llevarse un recuerdo auténtico de Almería, la elección es el aceite de Canjáyar. Un producto que se utiliza habitualmente en la cocina del bar y que resume a la perfección el carácter de la tierra: intenso, honesto y ligado al paisaje. Un souvenir gastronómico sencillo, pero lleno de significado, perfecto para seguir saboreando Almería lejos de casa.

Al final, esta ruta refleja una forma muy concreta de vivir Almería: sin prisas, disfrutando de los pequeños rituales del día a día y dando valor a los lugares que hacen barrio y ciudad. Desde un desayuno bien hecho hasta una cena tranquila, pasando por terrazas frente al mar, dulces de toda la vida y productos de la huerta, cada parada habla de cercanía, sencillez y buen gusto. Una manera de entender la gastronomía que conecta con la esencia de Maricastaña y con esa provincia cotidiana que se saborea mejor cuando se vive despacio.

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