Este domingo, 12 de marzo, cuando la inminente llegada de la primavera ha comenzado a cambiar el color de nuestras calles y nuestros campos y jardines inician su proceso para inundarse de flores, la alegría vital de esta nueva estación no ha llegado al fútbol almeriense cuya situación es más negra que nunca desde que el agua de Turki llegara para regar este rincón de la península ibérica.

La entidad almeriense hoy no es precisamente un vergel, sino todo lo contrario, pero en su tercer escalón si que brilla con la máxima intensidad la luz del éxito y del trabajo bien hecho.

Hundidos en la miseria tanto el primer equipo como el filial, la academia saca pecho al colocar al juvenil entre los dos mejores de toda España. He querido firmar este artículo antes de que  se juegue la final con el Real Madrid para que el desenlace de la misma no influya en la valoración del trabajo de Alberto Lasarte como capitán del tercer barco de la flota rojiblanca y del esfuerzo, disciplina y virtudes futbolísticas de su tripulación. El juvenil marca el camino del éxito para la entidad que no está destacando por saber escoger a los capitanes de sus dos primeros barcos, ni ahora ni desde la llegada de la nueva propiedad, pese al esfuerzo y la inversión de nuestro presidente.

Por duodécima ocasión en el presente curso el Almería se dispone a jugar lejos del Power. Esta tarde la escuadra rojiblanca visita el Sánchez Pizjuán en un partido vital para sus aspiraciones, ya que lo hace frente a un rival directo en la lucha por la permanencia. Ganar aseguraría a los nuestros salir del descenso y conseguir un colchón de tres puntos sobre la zona roja. Además superaríamos al Sevilla en el gol-average particular y decisivo.

Ser creyente es cuestión de tener fe. En la misma medida el acudir ilusionados a ver en acción a los nuestros frente al Sevilla es cuestión sólo de fe porque no hay ni un solo argumento racional en el que fundamentar la opción de sacar tres puntos del feudo hispalense. Pero la fe mueve montañas y en cierta medida es uno de los motores del mundo y a ella nos agarramos para seguir soñando con ganar por primera vez fuera de casa.

Análisis

Las encuestas dan como favorito al Sevilla no por capricho, sino por pura lógica. Rubi, el máximo responsable del rendimiento del equipo en el terreno de juego, acumula once partidos consecutivos sin ganar en los desplazamientos. Los números negativos de Rubi como visitante en primera crecen de manera alarmante si tenemos en cuenta que antes de su cese en el Betis había perdido sus 8 últimos encuentros lejos del Villamarín. En sus 19 últimos partidos en Primera fuera de su feudo no ha sido capaz de ganar ni uno.

En el orden estrictamente deportivo Melero, el director de la orquesta almeriense en el terreno de juego, sigue siendo baja. Se espera que los heridos de la última batalla en el Power estén recuperados. Si frente al Villarreal el entrenador del Almería no repitió la misma formación de éxito que contra el Barcelona, no me merece la pena hablar ni del once inicial ni del dibujo que presente esta tarde nuestro equipo. Samú será titular en ausencia de César, sancionado. Lo que si deseo es que el éxito presida las decisiones de nuestro entrenador, que sigue siéndolo por obra y gracia de la cúpula deportiva de la entidad.

El rival

En la acera de enfrente un Sevilla pensado y planificado para meterse entre los cuatro primeros y al que le va a tocar sufrir para no perder la categoría. Pese a los muchos aciertos que avalan la trayectoria de Monchi este año pintan bastos para el director deportivo del Sevilla que no ha dado en la tecla a la hora de elegir al inquilino de su banquillo. Sampaoli no es una lumbrera como técnico ni mucho menos, pero su plantel se supone de mayor calidad que el nuestro.

En cualquier caso todo apunta a que uno de los dos entrenadores firmará hoy su finiquito en la búsqueda de la última bala de Sevilla o Almería para intentar sobrevivir en Primera.

El encuentro va a contar con la dirección del bilbaíno De Burgos Bengoetxea, un colegiado internacional de plena garantía. Pitó el Villarreal-Almería de la primer vuelta que finalizó con  triunfo local por 2-1 firmando una perfecta actuación. Estará ayudado desde la sala del VAR por Mateu Lahoz.