Paciencia, tiempo, fuera nervios. Son las palabras más repetidas en la UD Almería desde que se cerró el mercado de fichajes y el equipo encadenó dos derrotas contra Real Valladolid y Osasuna. Es un error pensar en el hubiera, en qué pasaría si este jugador se queda o el otro viene. El presente y el futuro, al menos hasta el mercado de invierno, dicen que Rubi tiene una plantilla cualificada para dar un nivel superior al de los últimos compromisos. Escasas oportunidades de gol y una seguridad defensiva que brilló por su ausencia el lunes, y ese trabajo para proteger a Fernando va desde el delantero hasta el mismo portero. Ya no hay excusas ni medias tintas. Toca ganar en Mallorca. 

Misma Liga

El Almería aún no ha superado a equipos que persiguen la misma meta. Empató en Elche, cayó en Valladolid y Osasuna, que ahora mismo vive en posiciones de Europa, se pudo llevar un marcador más amplio del Mediterráneo.

Es el turno del Real Mallorca (14:00 horas), que espera en un Son Moix que viene sufriendo una transformación que en breve llegará al Mediterráneo. Las pistas de atletismo pasan a la historia y los aficionados pueden ver el fútbol a menos de diez metros del césped. Aunque el aforo ha bajado a los 19.000 espectadores, la ilusión por tener un campo remodelado provocó un incremento del número de abonados y ha superado los 15.000, dejando un cupo de entradas para LaLiga. Este sábado se espera rozar el lleno pese a la indignación por el horario, ya que no gusta jugar tantas veces a las dos.

Sistema

Rubi ha sido fiel a la defensa de cuatro en las dos últimas citas y no hay visos de que vaya a cambiar ahora. Sin embargo, la gran preocupación de la afición es la falta de ocasiones de gol, reducidas a dos disparos de Adri Embarba ante Valladolid y Osasuna.

Exigir no es meter presión. Ramazani, Robertone, el propio Embarba, Sousa... todos pueden dar un paso más, un paso al frente para reencontrarse con las sensaciones, el gol y los puntos, que al final es lo que cuenta.

Cuando hay una derrota se suele agitar la alineación y puede haber caras nuevas en Son Moix. Puede llegar el momento del debut de El Bilal Touré, por el que el club pagó 8 millones de euros, aunque quizá el problema no esté en el ‘9’ y sí en cómo le llegan balones. Rubi puede elegir entre la experiencia de Sousa, la explosividad de Touré y la novedad de Milovanovic. Hay margen.

Igualdad

Con solo un punto más en la tabla (5), el Real Mallorca aún no sabe lo que es vencer en casa -cayó con el Real Betis y empató con el Girona después de un penalti en el último suspiro-, pero a la vez es consciente de que es un choque fundamental en sus aspiraciones. Javier Aguirre cuenta con un delantero diferencial, Muriqi. La entidad hizo un esfuerzo para que continuara en Palma y no ha defraudado con tres goles en cinco jornadas. Dos conjuntos hechos para salvarse y que en duelos como el de hoy deben dar un paso adelante. Paciencia, pero con victorias.