El Almería pierde el tren del play-off
Festival de errores defensivos

El portero gaditano René.
Pase lo que pase en los cinco partidos que restan para que el telón de Liga caiga, éxito de la campaña ha sido total y absoluto tanto por haber conseguido su objetivo con creces como por el buen fútbol con el que los profesionales rojiblancos han deleitado a su hinchada. Pero toca analizar, con la frialdad que el paso del tiempo proporciona, lo sucedido en la matinal dominical en Lugo.
Pese a sufrir su más severo castigo de la temporada, ha sido la primera vez que ha encajado cuatro goles, el Almería no jugó mal, sino que lo hizo de forma satisfactoria demostrando en todo momento que era superior a su rival en juego, vistosidad y posesión, que de un 61 por ciento para los de Fran.
Decía el entrenador almeriense al término del encuentro que su equipo no había estado acertado en ninguna de las áreas.
En lo que se refiere al área propia su afirmación es una verdad absoluta, nunca su zaga había dado tantas facilidades hasta el punto de convertir sus costados en dos auténticas autopistas sin peaje para los rivales. Todos los goles encajados vinieron de errores no forzados.
En lo que se refiere a la zona de castigo local es relativa la falta de acierto de sus atacantes porque hacer dos goles en capo contrario en Segunda no es un mal balance, aunque los indálicos pudieron y debieron sacar mucho más rendimiento a sus llegadas.
Situado ocho puntos por debajo de la zona de play-off y con hasta cinco equipos mejor colocados el Almería se ha quedado en tierra y no va a poder subir al tren del ascenso.
Las matemáticas aseguran que sus opciones de ascenso son mínimas y despreciables.