De Almería al universo, pasando por California: la historia del joven con el futuro en sus manos
El joven almeriense Joaquín Márquez obtiene la prestigiosa beca de ‘laCaixa’ para estudiar Física

Joaquín Márquez.
Joaquín Márquez tiene 22 años, nació en Mendoza, Argentina, pero creció en las calles soleadas de Almería. Desde pequeño, su vida estuvo marcada por la curiosidad y la excelencia académica: campeonatos de Cubos de Rubik, olimpiadas de matemáticas y física, certámenes de cortometrajes y proyectos Erasmus+ sobre cambio climático. Todo apuntaba a que su futuro sería brillante.
Este curso 2025-2026, Joaquín se ha convertido nuevamente en protagonista de una historia que mezcla talento y oportunidad. Ha obtenido una de las 55 becas de grado de la Fundación "la Caixa", destinadas a estudiantes excelentes con recursos limitados que quieran cursar estudios universitarios en España. Una ayuda que no solo cubre gastos, sino que también ofrece acompañamiento, formación transversal, estancias internacionales y un impulso único para desplegar todo su potencial.
“Supe al instante que algo importante se venía”, recuerda Joaquín al recibir la notificación. “Mis padres vinieron a Almería desde Argentina para darme un futuro mejor y, sin la beca, habría tenido que costearme los estudios trabajando, lo que hubiera afectado mi rendimiento”. La noticia le trajo alivio y validación: “Ha sido uno de los mejores años de mi vida”, confiesa.
Un año en California Graduado con matrícula de honor en bachillerato tecnológico en La Salle Virgen del Mar, Joaquín llegó a la Universidad Complutense de Madrid para estudiar Física, inspirado por divulgadores como José Luis Crespo y Javier Santaolalla. “Tuve dos profes de matemáticas excepcionales que me transmitieron su pasión por buscar respuestas a preguntas que nadie se había hecho antes. La física era ideal porque combinaba la parte teórica con la experimental”.
Gracias a la beca, Joaquín pudo centrarse plenamente en sus estudios y vivir experiencias únicas: un año en la University of California (UCLA) en la que confiesa haber sido “uno de los mejores años de mi vida” y una estancia investigadora en el Instituto de Ciencias Fotónicas de Barcelona, trabajando en baterías cuánticas bajo la supervisión del Prof. Dr. Antonio Acín. Allí pasó de ser el pez más grande de su pecera a nadar en un océano lleno de talento, descubriendo el mundo de la investigación y consolidando su sueño de convertirse en físico.