Las Legañas nace como el nuevo proyecto de María Makia, antigua compositora e ideóloga de la mítica banda Makia Subversiva, referente del punk feminista ya en los 90. Furia, ternura y sabiduría: la cantante y compositora almeriense regresa con Las Legañas afiladas.

Con dos discos autoeditados, Las Legañas disfrutan del presente como si lo fueran a prohibir (de nuevo). Cuentan verdades incómodas con riffs afilados, ritmos contundentes y dignidad por bandera.

He aquí unas pinceladas que dibujan a la ‘Legaña Makia’.

“Soy una mujer normal que decidió, desde muy joven, no ser cómplice de las injusticias. Machismo, racismo, maltrato animal... Todo me removía. Cogí la guitarra y comencé a gritar y a componer. Primero en Exterminio, un grupo de trash metal. Luego soñé con algo más nuestro: así nació Makia Subversiva, tres chavalas de Almería con las ideas claras y cartones de huevos en las paredes del local de ensayo para insonorizar. Grabamos una maqueta casera con Pippi Calzaslargas portando una bomba. Sin redes sociales, la maqueta voló, se hizo viral. Empezamos a girar por toda la península y Baleares: salas de conciertos, salas okupas, casas de cultura, fiestas… la primera gira que hicimos fue por el País Vasco, once días. Una pasada. Siempre saliendo desde Almería, tan alejada y tan mal comunicada, hasta que me saqué el carné y compré una furgonetilla para llevar los equipos. La vida era pura adrenalina”.

Feminismo punk y sin concesiones

“Makia Subversiva nació desde el corazón del feminismo combativo. Hablábamos de la iglesia, del machismo estructural, de la represión institucional… Canciones como ‘Creía ser feliz’, ‘Planeta muerto’, ‘Hermano africano’ o ‘Desconfía del cura’ siguen teniendo el mismo sentido. Podría haberlas escrito perfectamente hoy. El mundo sigue prácticamente igual”.

No con minifalda

“Una vez nos ofrecieron un pedazo de gira, sí, pero con condiciones: minifalda, maquillaje, moverse más en el escenario. Les dije que no. No queríamos ser marionetas sexis. Éramos activistas. Y claro que dolía: veías a grupos de tíos haciendo lo justo y triunfando, mientras nosotras teníamos que demostrar siempre más, mejor y más guapas”.

Una banda en los márgenes, una historia necesaria

“En los noventa, pese a todo, había más espacio para lo alternativo. Y aunque alguna vez algún idiota gritaba “¡cómo toca, eso no es una mujer!”, nunca nos frenamos. El sistema es patriarcal en su totalidad. No sólo en la música”.

“Con los años, Makia Subversiva ha aparecido en libros como ‘Contra Memoria’ (Maritxu Alonso), que nos dedica 17 páginas; ‘Todo es flamenco rock’, donde se habla de nuestra canción ‘Flamencore’, una crítica directa al señorito andaluz de derechas, o Último tren con destino al infierno, de Julio Robles. Y cuando desde México alguien te dice que entendió el feminismo con tus letras, sabes que sembraste algo”.

De las trincheras al renacer: Las Legañas

“Tras años de lucha y también de decepción, me alejé. Guardé la guitarra casi dos décadas. Crié sola a mis hijos, pasé un cáncer. Pero la música no se apaga del todo. En 2020 decidí volver. Y nacieron Las Legañas. El nombre viene del polvo del esparto que nos dio el apodo de “legañosos”. A mí me encanta: es autóctono, reivindicativo y divertido”.

“Somos un trío: Julio Úbeda (bajo y voz), Pablo García (batería y coros) y yo (guitarra, voz y letras); vienen de bandas históricas almerienses, como THC. Tocamos punk rock, con letras feministas, personales y sociales. En el segundo disco, ‘Cicatrices’, hablo de eso: heridas que no restan, sino que suman memoria. La canción ‘Verso suelto’ nació tras una gran decepción. Dice: “No le encanto a mucha gente porque no rimo”. No encajar también es un lugar”.

‘Gaza’: escribir desde la herida

“Una nochevieja vi imágenes de niños muertos en Gaza. No dormí. Me sentí interpelada. Así nació ‘Gaza’, nuestro tercer single. Saldrá también en un recopilatorio en México a favor de Palestina, junto a otros grupos de habla hispana. Escribí desde la urgencia, desde el dolor. “Desde una imagen esas miradas me piden cuentas”. La música me cura. Es mi manera de estar en el mundo”.

‘Ver el sol’

“Es una de las canciones que más me remueve. Habla de cómo algo que empieza bonito puede acabar siendo maltrato. No es cómoda, pero es necesaria. Y desde luego el final es insospechado…”