Con un sonido desgarrador, unas letras sentidas y una banda resurgida de las cenizas de antiguos grupos del underground más almeriense, ‘Me ofendes, diciembre’ ha conseguido trascender el plano local para subirse a los escenarios de distintas ciudades españolas. Manuel Ruiz, conocido como ‘Manu’ en la banda de música, es quien pone el ritmo a los temas empuñando sus baquetas y con su batería como vehículo sonoro. Hablamos con él sobre el primer EP de la banda y sobre su próxima gira por España.

Me ofendes, diciembre nace de las cenizas de otras bandas, ¿cómo influyeron en vuestro sonido actual?

Francis y Sergio, dos hermanos que son el cantante y el guitarrista, venían de la banda Jenna Suffers. Yo venía de otro grupo de aquí, de Almería, llamado Ende Neu; y Juan Carlos, que es el bajista, venía de Bruma. Al final, todos tenían un estilo totalmente diferente, pero todos eran de música alternativa. Uno era post-harcore como Me ofendes, diciembre; otros eran más rock, otros más metal... Con 4 estilos diferentes hemos convergido en uno: el post-hardcore.

¿Qué es el post-hardcore?

Viene de la rama del harcore, pero es un poco más melódico. Eso sí, las voces siguen siendo harcore, con sus gritos, con su screamo... La música es melódica, pero de repente entra un cantante llorando y gritando y el oyente dice: ‘No sé lo que está pasando aquí’. Es una combinación potente.

Tan potente como el nombre del grupo, ¿qué significa Me ofendes, diciembre?

Me ofendes, diciembre, aunque suene raro, empezó como un fallo del autocorrector del Whatsapp. Nos moló y  partir de ahí nosotros le agregamos la coma para que tuviera un sentido, porque Me ofendes, diciembre tiene coma, una coma que se ha convertido además en parte de nuestro logo.

¿Cuál es ese sentido?

Un poco poético. El final de año para la gente suele ser una época feliz. Al final es cuando te llega el momento de decir si el año te ha merecido la pena, pero no para todo el mundo diciembre es un mes bonito, no todo es felicidad. Por ahí va.

Porque, además, vuestro sonido se mueve un poco entre la rabia y la melancolía. ¿Cómo se logra ese equilibrio?

Ahí el peso lo tiene mucho Fransi, el cantante. La música que él escucha le influencia mucho, al igual que sus sentimientos y su pensamiento. Las letras son muy personales. A mi parecer, te guste más o te guste menos el estilo de música, las letras son increíbles.

Me has dicho que Fransi es el que escribe las letras, ¿tiene total libertad para hacerlo?

Sí, porque sabemos que lo que vaya a hacer nos va a gustar. Él coge, hace su letra, la expone y nos gusta a todos. Si hay que hacer algún tipo de cambio también lo hace él.

Y sobre vuestro primer EP, ¿cómo fue la experiencia de grabarlo en Barcelona?

Lo grabamos en Wheel Sound Studios y fue bastante complicado porque allí cualquier error se escucha y hay que repetirlo. Fue un proceso un poco frustrante, pero quedamos muy contentos con el resultado final. Teniendo a Txosse Ruiz como productor, que es una eminencia, fue todo más fácil: Él sabe sacarte partido y decirte lo que tienes que hacer. Ahora en julio volveremos a Barcelona a grabar el segundo EP.

¿Y se sabe una fecha de lanzamiento aproximada?

Esperemos que esté listo como tarde para noviembre, pero el tiempo dirá.

Sobre el EP ya publicado, ¿cuál fue vuestra mayor dificultad y alegría?

Creo que para cada uno del grupo el momento de mayor dificultad fue cuando le tocaba grabar. Eso a nivel individual, el momento en el que te pones frente al micro. Y el más gratificante fue el momento en el que Txosse le dio al botón y dijo: 'Hemos terminado'. Cuando pasas cinco días seguidos metidos en el estudio nueve horas al día y escuchas 'ya está, chavales' es cuando dices: ha merecido la pena el estrés: el viaje en coche de Almería a Barcelona, comer fuera, dormir todos en una misma habitación en literas... 

¿Y alguna canción favorita dentro del EP?

Pues mira, lo que me gusta de este EP es que cada persona que lo escucha tiene su propia canción preferida. Para mí eso está de puta madre porque significa que todas tienen acogida. A mí lo que más me gusta es La Plaga, la última del EP.

¿Por qué La Plaga?

Me gusta mucho la letra, el ritmo de batería a más de 155 bits me encanta cómo queda, las guitarras tienen una melodía tremenda, la letra es buenísima. Tiene un parón, luego vuelve a recoger esa rabia, tiene toda la esencia de lo que es el EP: la calma, el desasosiego, la tormenta... La canción pasa por todas esas etapas y a mí me encanta.

Y ya con este EP vais a tocar en diferentes ciudades españolas. ¿Cómo os sentís ante este salto?

Un poco abrumados, la verdad. Empezamos yendo el 9 de mayo a Villareal, en el Ateneu, luego subimos el 10 de mayo a Barcelona otra vez, a Cerdanyola del Vallés,donde tocaremos en el Altimira Fest, que ahí están Satanic Surfers, que es un grupazo, de esos que escuchas en tu infancia y de repente te encuentras tocando con ellos. Luego aquí en Almería tenemos confirmado el 20 de junio en el Ejido, el 26 de septiembre en la sala Berlín Almeríarock y el 7 de diciembre en la sala Siroco (Madrid). Habrá más fechas, pero no están todas cerradas.

En la escena, el directo es clave, entonces, ¿qué diríais a la gente que se puede esperar de vuestros conciertos?

Pues mucha rabia en el escenario. Desde luego nos dejamos la piel como si fuera el primer y último concierto a la vez. También que se esperen mucho post-hardcore, además de calidad. La escena del underground, y te hablo de grupos con los que hemos tocado como Noviembre, Fosco o Twin Forest, de distintas partes de España, es muy buena. Está llena de grupos increíbles, más o menos conocidos, pero que tienen unos directos espectaculares, suenan acojonantes. La escena tiene mucha calidad en España.

Para que se hagan una idea los lectores, si tuvierais que describir vuestra música con una sola imagen, ¿cuál sería?

Yo creo que es ese momento en el después de una tormenta en la que ha llovido mucho, escampa y entre las nubes aparece un rayito de sol. Ese pequeño rayo entre la lluvia, esa calma tras la tempestad, es Me ofendes, diciembre.