"He puesto reclamaciones por todas las vías posibles, pero no va a servir para absolutamente nada. Llevo 20 años como interino y he perdido la plaza por la subjetividad de algunos miembros del tribunal". Como esta, las quejas se repiten por toda la provincia de Almería ante unos resultados que han confirmado "sus peores temores": 571 plazas desiertas de las 7.998 plazas en 3347 especialidades distintas, según datos de la Junta de Andalucía relativos a toda la comunidad autónoma. Sindicatos como CSIF o CCOO elevan las cifras a más de 600 vacantes vacías.

Con los plazos de alegaciones ya cerrados, el proceso selectivo para los Cuerpos de Profesores de Enseñanza Secundaria, Profesores de Escuelas Oficiales de Idiomas, Profesores de Música y Artes Escénicas y Maestros en Andalucía se da oficialmente por concluido con algo más del 7% de las plazas sin cubrir... al menos sobre el papel. Porque, en la práctica, el capítulo no está cerrado: según confirman sindicatos y algunos aspirantes almerienses, en los últimos días decenas de opositores han pedido asesoramiento jurídico para seguir reclamando por otras vías.

Entre ese 7% (8% según cálculos de los sindicatos), hay varias especialidades que apenas han cubierto la mitad de las previsiones: es el caso de Matemáticas (con el 50% de plazas desiertas de 400 ofertadas), Filosofía (casi el 40% de 232) e Informática (36% de 428). Si bien en términos relativos no son porcentajes escandalosos, sí lo son en términos absolutos, en los que Andalucía y, por ende, Almería, se coloca entre las comunidades más afectadas, solo por detrás de Madrid.

Interinos para la eternidad

Desde CSIF Almería, Juan Francisco Caballero lamenta lo sucedido. No hay sorpresa en su voz: "Nosotros denunciamos todo lo que sea plaza desierta, porque lo que queremos es que la gente estabilice su situación laboral". El sindicalista se pregunta qué va a pasar con esas plazas y advierte que tienen fecha de caducidad: la ley da tres años para convocarlas y, si no se adjudican en ese plazo, se pierden. "No queremos que se pierdan, pero no sabemos si se van a poder acumular en próximas oposiciones", alerta Caballero.

Marcelino se presentó a las oposiciones para lograr una plaza como profesor de inglés en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI). Lleva 20 años como interino, tiene familia, hijos y muy poca estabilidad. Ha perdido su plaza por 0,18 puntos y un proceso que, considera, ha sido muy subjetivo. Está cansado y decepcionado.

"Fui desde Almería a Antequera para realizar mi defensa oral. Me tocó el tribunal nº 2 de la modalidad de inglés en la EOI. Cuando vi mis notas no me las creía: había diferencias abismales en puntuación según el miembro del tribunal. Alguno me puso un cero mientras otro miembro del tribunal me puso un ocho o un nueve... no tenía sentido", explica con frustración al no haber obtenido ninguna respuesta satisfactoria en el periodo de reclamaciones.

Desde el CSIF de Almería explican que una plaza quede desierta tiene consecuencias para el sistema educativo, tanto a nivel de calidad del servicio como de estructura laboral, ya que esos vacíos se cubren con docentes interinos, que pueden estar cada curso en un centro distinto. Para el alumnado, detallan los sindicatos almerienses, implica que el profesor que tienen un año puede no ser el mismo al siguiente. 

Esos docentes desarrollan un desgaste emocional y profesional que conduce a algunos a abandonar la enseñanza pública y a buscar estabilidad en otros sectores o, incluso, en el extranjero. Y es que una provincia con un alto porcentaje de interinos de larga duración es síntoma de que el sistema no ha ofertado suficientes plazas de estabilización en su momento o que los procesos selectivos han sido poco adaptados a quienes ya ejercen. 

Y no solo eso. Los interinos, al estar sujetos a adjudicaciones temporales, a veces ocupan las plazas más complicadas: centros con alta rotación de alumnado, zonas rurales o con menos recursos, lo que puede agravar desigualdades si no se garantiza un profesorado estable y formado de manera continua en esos contextos. 

Todo esto es lo que lleva a opositores como Marcelino a reclamar procesos de acceso diferenciados o con baremos que valoren más su experiencia en el sector: "Yo no puedo competir con personas que van a academias todas las semanas si trabajo y tengo familia. Ellos tienen más tiempo libre", lamenta.

Por su parte, CCOO de Andalucía ha calificado las oposiciones docentes de este año com una "gincana de errores y decisiones arbitrarias", denunciando un modelo "rígido, obsoleto e ineficaz" que no responde a las necesidades reales de la educación pública andaluza. La organización asegura que la Consejería de Desarrollo Educativo ignoró sus propuestas para mejorar la transparencia, la coordinación entre comunidades y la valoración de la experiencia docente.

Y sin embargo, CCOO ha detectado irregularidades como fallos informáticos, comunicaciones erróneas, aulas sin aire acondicionado, criterios de corrección confusos e invalidaciones por motivos formales que luego fueron rectificadas, lo que, afirman, ha puesto en riesgo la salud y el futuro de miles de aspirantes.

La Junta responde

No todo son quejas. La Junta de Andalucía defiende que el proceso de oposiciones de 2025 ha sido "uno de los más transparentes del país", con acceso a copia de examen, criterios y rúbricas publicados de antemano y plazos de reclamación en cada fase. Subraya, además, que la tasa de cobertura "casi alcanza el 93%, una de las más altas del verano".

Asimismo, atribuye las vacantes en Matemáticas e Informática (las más numerosas) no a invalidaciones, sino a la falta de aspirantes por la alta demanda de estos perfiles en el sector privado. Dicho esto, el pulso apenas ha comenzado: mientras se fraguan consultas jurídicas en despachos y pasillos, en la calle late la posibilidad de que la protesta acabe tomando cuerpo.