Irene Villa emociona en Almería con su historia tras ETA: “se puede renacer del dolor”
La primera conferencia del ciclo ‘Mujeres y Salud’, una iniciativa de la Diputación

Foto de familia de la conferencia de Irene Villa en la diputación
El Patio de Luces de la Diputación Provincial de Almería acogió este jueves la conferencia “Los ochomiles de la vida”, protagonizada por la escritora, psicóloga y periodista Irene Villa.
El acto marcó el inicio del ciclo ‘Mujeres y Salud’, una iniciativa que impulsa el Área de Igualdad y Familia de la Diputación de Almería con el objetivo de reflexionar sobre temas de actualidad que ayuden a las mujeres y a la sociedad.
Villa, víctima de un atentado de ETA en 1991 cuando tenía solo 12 años, que le causó graves lesiones como la amputación de las dos piernas y varios dedos de la mano izquierda, ofreció una charla humana en la que abordó los pilares que han sustentado su proceso de recuperación y reinvención personal.
La batalla contra uno mismo
"Hay que aprender a saltar obstáculos, ¿y sabéis cuál es el principal? Uno mismo", subrayó Irene, aludiendo a "esas creencias limitantes, miedos, angustias y barreras internas que nos imponemos y que debemos esforzarnos por derribar a lo largo de la vida". Por eso, explicó, tituló su libro Los ochomiles de la vida: "Porque, igual que en la montaña, en la vida hay inseguridad, miedo y soledad… pero también la posibilidad de escalar, de atravesar esos ochomiles y alcanzar la cima".
Durante su intervención compartió reflexiones sobre el dolor emocional, la importancia de las redes de apoyo y el valor de herramientas como la meditación y el pensamiento positivo.
“Todos atravesamos momentos de gran dolor a lo largo de la vida. Lo importante es renacer de él y tener herramientas a mano: rodearse de buenas personas y apoyarse en libros que sanan, practicar la aceptación… Yo he encontrado consuelo incluso en afirmaciones positivas, que me ayudaron a transitar el duelo, la rabia y la frustración”, explicó la conferenciante, que también es deportista de esquí alpino adaptado.
La presentación del acto corrió a cargo del presidente de la Diputación, Javier Aureliano García, quién destacó la trayectoria de Irene Villa como un ejemplo de superación, resiliencia y servicio a los demás:
“Irene representa como nadie el espíritu de adaptación frente a la adversidad. Así como nuestra provincia supo reinventarse del desierto a los invernaderos que hoy alimentan a Europa, ella también transformó su dolor en una fuerza vital que inspira y ayuda a los demás”.
El responsable provincial destacó que “la pasión por lo que hacemos, la constancia y la fe en uno mismo son las claves para salir adelante”, y agradeció a Villa su testimonio: “Nos has enseñado que incluso en medio del dolor más profundo es posible reconstruirse. Gracias por ser guía y referente”.
Con emotividad, Irene Villa habló también de su faceta como madre de tres hijos, de los altibajos emocionales, y de los recursos que ha ido descubriendo para seguir adelante:
“En medio del huracán, del dolor más profundo, uno se pregunta: ¿por qué a mí? Pero hay que dejar de buscar motivos, porque el sufrimiento llega sin lógica. Y en ese momento, en vez de cerrar el corazón, hay que abrirlo más”, apuntó.
Reflexionó además sobre el papel de la salud emocional en la sociedad actual, señalando que “la medicina no solo está en las pastillas: también en una buena conversación, en un abrazo, en una lectura que nos transforma”.
Al final de la charla, Villa quiso dedicar unas palabras especiales a su padre y al médico que, tras el atentado, le dio una nueva oportunidad de vivir: “Él fue mi segundo padre. Gracias a su trabajo hoy estoy aquí”.
La conferencia fue seguida por autoridades y público general, La asistencia fue numerosa y el aforo se completó minutos antes del inicio del acto.