Muchos conocemos a Alberto Chicote (56 años) gracias a programas de televisión como Pesadilla en la cocina. El popular chef se hizo famoso por recorrer restaurantes con serios problemas para intentar poner orden, siempre con su característico genio y naturalidad. Sin embargo, en los últimos años, más allá de sus éxitos en la pequeña pantalla, lo que más ha llamado la atención ha sido su notable cambio físico.

Chicote llegó a pesar 115 kilos, pero en 2019 sorprendió al perder cerca de 40. Tal y como contó en El Hormiguero, lo logró gracias a “buena alimentación, ejercicio y persistencia”. Ahora, en una reciente entrevista en el pódcast Tengo un plan, ha querido ir más allá y explicar qué le llevó a dar ese paso y cuál ha sido el mayor problema de salud que ha enfrentado desde entonces.

El gran problema: una diabetes tipo 1

“Me he pasado muchísimos años pesando 120 kilos sin la conciencia de que eso no podía ser, ni la necesidad, porque nunca tuve la sensación de que mi vida estuviera mermada por ello”, confesó. Todo cambió cuando desde Atresmedia le propusieron un programa para seguir dietas con diferentes personas: “Es trabajo. Y, como es trabajo, me pongo y lo hago”.

El chef recuerda que pasó “de 119 a 80 kilos” y llegó a pesar 72, su mínimo histórico. Luego recuperó hasta los 78, donde se encontraba “muy bien y contento” hasta que llegó “el gran problema: una diabetes tipo 2 que se transformó en tipo 1”.

A pesar de que la diabetes es un problema muy serio y Chicote debe vivir inyectándose insulina, asegura que su estado de salud actual “salvo por la diabetes, es mucho mejor que entonces” y afronta la vida con optimismo: “No quiero mirar para atrás en ese momento y decir: no he aprovechado todas las oportunidades”.

La décima temporada de Pesadilla en camino

En cuanto a Pesadilla en la cocina, Chicote adelanta que la décima temporada está en camino. Con más de cien episodios a sus espaldas, reconoce que cada grabación es “una incógnita nueva” y que lo más duro es combatir “el desánimo, la inanición, la falta de interés y los brazos caídos” de algunos trabajadores.

Un chef que no solo transforma restaurantes, sino también su propia vida, demostrando que la superación es un ingrediente clave para cualquier receta de éxito.