La confesión de Ainhoa Arteta a Iker Jiménez tras su ECM: "Sé que no morimos"
A la soprano tuvieron que amputarle dos dedos debido a la sepsis que le condujo a estar nueve días en coma y vivir una increíble experiencia cercana a la muerte.

Ainhoa Arteta en Cuarto Milenio.
La reconocida soprano Ainhoa Arteta abrió su corazón este domingo en el programa Cuarto Milenio, presentado por Iker Jiménez, para compartir uno de los episodios más duros de su vida: una sepsis que estuvo a punto de costarle la vida en el verano de 2021. Debido a esta experiencia pudo estar en un lugar especial que se ha convertido en un recuerdo extraordinario.
La artista, muy querida dentro y fuera del mundo de la ópera, recordó cómo aquel episodio marcó un antes y un después en su existencia. Según relató, todo comenzó con un cólico nefrítico que se complicó hasta derivar en una septicemia. Fue trasladada de urgencia al hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde permaneció diez días ingresada en la UCI, seis de ellos en coma inducido.
"Si alguien no se lo cree, no pasa nada"

Ainhoa Arteta en Cuarto Milenio.
"Cuando me llevaron a la UCI en helicóptero, lo primero que escuché es que tenían que intubarme", explicó Arteta en una entrevista profundamente emotiva. "Todo esto me ocurrió en un estado en el que estaba, prácticamente, muerta. Si alguien no se lo cree, no pasa nada, pero igual puedo ser vehículo para quien sí", añadió.
La situación fue tan crítica que los médicos llegaron a informar a su familia que apenas le quedaban unas horas de vida. "A mi familia le dijeron que me quedaban tres horas, que cuando el corazón, que era lo único que funcionaba, se parase, pues no aguantaría más", confesó la soprano nacida en Tolosa. A pesar de ser alérgica a la penicilina, los facultativos recurrieron a este antibiótico como último recurso, lo que permitió que sus órganos comenzaran a reaccionar.

Iker Jiménez-Cuarto Milenio
"Sé que no morimos, el alma es eterna pero no sé dónde va"
Arteta describió con detalle la vivencia que experimentó durante el coma inducido. "Yo estaba como suspendida, y era oscuro, pero con muchas luces como una galaxia", aseguró. "No sentía dolor y era feliz, aunque veía a mis hijos y la gente que me quería llorando, pero les decía que estaba muy bien", añadió. Su testimonio dejó visiblemente impactado al presentador. "Sé que no morimos, el alma es eterna, no os puedo decir dónde va", concluyó.
Además, la cantante reveló que esta grave situación tuvo consecuencias físicas importantes: perdió dos dedos a causa de la septicemia y su cuerpo quedó marcado. "Consecuencia de la intubación y lo que viví tengo lo que llamo heridas de guerra en las manos y pies y entenderás que hoy mi prioridad es cuidarme y sanarme entera y del resto me da igual lo que digan o dejen de decir", declaró tras narrar su hospitalización.
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