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Una (casi) almeriense experta en protocolo aclara desde Vera cómo decorar la mesa de Navidad

Una joven granadina vinculada a Vera Playa se adentra en uno de los escenarios donde el protocolo adquiere mayor protagonismo: la mesa de Navidad

Paula Romero, experta en Protocolo Internacional

Paula Romero, experta en Protocolo InternacionalArchivo

Trinidad Rodríguez Fernández
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Queda poco más de un mes para que las luces de Navidad brillen en el centro de Almería, con la Puerta de Purchena y el Paseo de Almería —ambos en obras a días de hoy—, como grandes protagonistas, así como en el resto de pueblos de la provincia. Es por ello por lo que Paula Romero, a sus 21 años, experta en protocolo internacional, conversa con La Voz sobre uno de los escenarios donde el protocolo cobra más protagonismo: la mesa navideña

Granadina de nacimiento pero muy ligada a Vera Playa, donde pasa sus vacaciones desde pequeña, está a punto de finalizar el grado en Protocolo, Organización de Eventos y Relaciones Internacionales, formación que complementa con el título de Técnica en Comercio Internacional.

Paula Romero, experta en protocolo

Paula Romero, experta en protocoloLA VOZ DE ALMERÍA

Organizada, proactiva y amante del detalle desde niña, la joven reconoce que el protocolo la acompaña desde siempre. “Cuando era pequeña era la que organizaba los partidos, las actividades del grupo… Me salía solo”, recuerda. Una asignatura de Protocolo Internacional durante su etapa en Comercio Exterior terminó de confirmar lo que intuía: ese era su camino.

La mesa de Navidad ideal: orden, estética y emoción

El montaje de la mesa es uno de los aspectos donde más se nota la mano del protocolo. La mantelería debe ser impecable —planchada, limpia y en tonos neutros o con discretos motivos navideños— y los bajoplatos, si se emplean, permanecen durante toda la comida. Los platos se colocan siguiendo el orden del menú, de fuera hacia dentro, y los cubiertos respetan la clásica regla de uso: primero los exteriores y, progresivamente, los interiores.

Un centro navideño adorna la mesa

Un centro navideño adorna la mesaArchivo

La cristalería, que suele generar dudas entre los anfitriones, se organiza en diagonal con al menos tres copas por comensal: agua, vino tinto y vino blanco o cava. Las copas destinadas a combinados no deben aparecer en este montaje.

Vinos y decoración

Cada tipo de vino debe servirse a la temperatura óptima para preservar sus aromas y sabor:

  • Blancos: 8–10 °
  • Tintos: 16–18 °
  • Espumosos: 6–8 °C

En cuanto a la decoración, la experta aconseja evitar centros demasiado altos o elementos con aromas intensos. La prioridad es permitir el contacto visual y la conversación fluida entre los comensales. “En Navidad, la elegancia está más en saber no sobrecargar que en añadir elementos sin medida”, explica la experta en protocolo.

Cómo servir el menú y el maridaje 

Más allá del montaje, el anfitrión tiene también un papel relevante en la elección del menú. Este debe ser equilibrado —combinando texturas, temperaturas y evitando repeticiones— y práctico: nada de platos difíciles de comer, mariscos sin pelar o elaboraciones que requieran demasiados utensilios. Además, es imprescindible tener en cuenta alergias, intolerancias o preferencias alimentarias.

Una mesa preparada para una comidad de Navidad. /ENVATO

Una mesa preparada para una comidad de Navidad. /ENVATOLa Voz

La estructura clásica, recuerda Paula, sigue siendo la más efectiva: entrante, plato principal y postre, pudiendo incorporar un sorbete entre medias en los menús más elaborados. El maridaje de las bebidas es esencial: blancos para entrantes y pescados, tintos para carnes y espumosos para postres o brindis. Un vino dulce puede ser un buen acompañante para foie, quesos o dulces navideños.

¿Y qué hay de los invitados?

Si el anfitrión debe planificar, el invitado debe comportarse con cortesía. Las faltas más comunes van desde llegar tarde hasta no avisar si finalmente no se podrá asistir. Tampoco se ve con buenos ojos acudir sin un detalle, aunque sea sencillo: una botella de vino, un postre casero, dulces típicos, flores o un objeto decorativo navideño son opciones acertadas.

Uno de los aspectos que más señala la experta es el uso del móvil en la mesa, algo que considera totalmente fuera de lugar en un contexto formal. El teléfono debe permanecer apagado o en silencio, y lejos de la vista. También insiste en la moderación: ni comer ni beber en exceso, ni interrumpir conversaciones o monopolizar la atención del grupo.

Brindis, pan y embutidos: los gestos que marcan la diferencia

El brindis, uno de los momentos más esperados de estas fechas, corresponde siempre al anfitrión, salvo que decida ceder este honor. La copa debe elevarse a la altura de los ojos, sin golpes exagerados, y se acompaña de palabras breves y positivas. Nunca se brinda con la copa vacía.

Sobre la mesa, el pan ocupa un pequeño plato situado a la izquierda del comensal, y la sal debería servirse en saleros individuales. Las fuentes compartidas, si existen, deben ser servidas por el anfitrión o colocarse con sus propios cubiertos. En ningún caso deben usarse los de los comensales.

El jamón y los embutidos, tan presentes en las mesas navideñas andaluzas, requieren también cuidado en su presentación: lonchas finas, cortadas a cuchillo y dispuestas en espiral o en abanico, sin amontonarse y siempre a temperatura ambiente.

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