Un año más —y ya van 17— el Paseo Marítimo de la Urbanización de Roquetas de Mar se ha llenado de vida, curiosidad y mucho movimiento vecinal. El mercadillo desde el maletero del coche, conocido internacionalmente como Carboot, volvió a ser un éxito rotundo este domingo, reuniendo a cientos de personas entre chollos, recuerdos y buen ambiente junto al mar.

Desde las 10 de la mañana, y hasta bien entrado el mediodía, el tramo del paseo entre los chiringuitos La Barraca y Paco se convirtió en un mercadillo único: 50 coches con los maleteros abiertos, convertidos en improvisados puestos de venta. Lo que allí se encontraba no eran productos nuevos ni marcas conocidas, sino objetos que un día formaron parte de un hogar y ahora buscaban una segunda vida: libros, vinilos, jarrones, lámparas, juguetes, marcos, candelabros… todo menos ropa o calzado, por razones de higiene.

17 años sacando a los vecinos a la calle

Este mercadillo no necesita grandes campañas ni espectáculos para funcionar. Lleva 17 años reuniendo a vecinos que venden lo que ya no necesitan y a visitantes que llegan desde distintos puntos de la provincia en busca de una ganga. Porque aquí lo que mueve el evento no es solo el ahorro, sino también las ganas de pasar una mañana diferente, charlar con la gente, curiosear maletero a maletero y dejarse sorprender por lo que alguien más ha decidido dejar ir.

“Siempre hay alguien que encuentra justo lo que no sabía que estaba buscando. Y siempre hay alguien que vuelve a casa con algo que le recuerda a su infancia o a su madre. Eso no pasa en un centro comercial”, comentaba uno de los vendedores habituales, mientras rebuscaba en una caja de libros.

Este año, como en los anteriores, el cupo de coches participantes se completó rápidamente. “En cuanto abrimos la inscripción se llenó. Hay muchas ganas de participar, de compartir lo que ya no usamos y de disfrutar de un día así”, explicó Melanie Homburg, presidenta de la Asociación de Vecinos Urbaroquemar – Urbanización y Playa Serena, entidad organizadora del evento.

Un mercadillo con acento británico y alma mediterránea

Aunque en Roquetas ya es una tradición, el formato no es nuevo. Este tipo de mercadillo, conocido como Carboot Sale, nació en Reino Unido y se celebra también en Estados Unidos y Australia. La idea es simple: cada vendedor llega con su coche, aparca, abre el maletero y desde ahí ofrece todo aquello que le sobra en casa y puede ser útil para otros.

Nada de montajes sofisticados ni licencias comerciales: solo vecinos ayudando a reciclar, a dar uso a lo que aún tiene valor y a vivir el consumo desde otro lugar, más consciente, más personal.

Roquetas fue una de las primeras localidades andaluzas en adaptar esta fórmula a su estilo. Y lo ha hecho a lo grande: junto al mar, con un entorno ideal y un ambiente que mezcla lo vecinal con lo festivo, lo práctico con lo emocional.

Mucho más que comprar y vender

Pero no todo fue mercadeo. Durante la mañana también se celebró una exhibición de adiestramiento canino a cargo del Club Deportivo Rytualkan. Decenas de personas se detuvieron para disfrutar de las demostraciones, entre aplausos, curiosidad y admiración por la destreza de los perros participantes. Una actividad que ya es habitual en la jornada y que da un valor añadido a la experiencia.

Más que un mercadillo: convivencia y aire libre

Las concejales Amalia López, Alba Acedo y Manolo Conde se unieron a la cita, subrayando la importancia de estas iniciativas que fomentan la convivencia vecinal, el respeto por el medio ambiente y el disfrute del ocio al aire libre. Un recordatorio de que en Roquetas de Mar, lo que realmente cuenta son sus vecinos, la economía circular y las ganas de pasar un buen rato juntos.