Vigilar una playa como Los Muertos no es nada fácil, impone,  es un reto que conocen y al que se enfrentan los 26 vigilantes de Protección Civil de Carboneras.  Primero está su difícil acceso, luego su enorme afluencia y fama entre los visitantes de fuera de Almería (acrecentada desde que existe internet) y finalmente, su real peligrosidad, especialmente cuando sopla el viento de Levante. Ayer y antes de ayer fueron días así. Pese a que la ley no obliga a señalizar las playas vírgenes, no urbanas, y esta lo es, dentro del parque natural, el Ayuntamiento decidió hacerlo y este fin de semana, la bandera roja no se ha descolgado de Los Muertos. Es el levante y sus corrientes traicioneras las que causaban los naufragios y llevaban los cadáveres de sus víctimas hasta esta orilla recta y salvaje. Por eso Los Muertos. Pero el nombre, lejos de asustar atrae y son más de cuatrocientos vehículos los que llegan a registrarse al día en un fin de semana de temporada alta.

Los 26 efectivos de Protección Civil que vigilarán la seguridad de los bañistas en Los Muertos y demás playas de Carboneras fueron presentados el pasado viernes. Al frente de ellos, un años más, su coordinador, Andrés Caparrós.

Elogio  La concejal  responsable de este servicio municipal, Mariángeles Ruiz Venzal, elogia la labora de   estos voluntarios que “hacen una labor importantísima por los bañistas”. Destaca el caso de uno de ellos que con una moto de agua y con pleno levante rescató a un bañista a punto de ahogarse. Ruiz Venzal destaca también el papel de estos voluntarios en la famosa Playa de los Muertos. “Ellos son los que socorren a cualquier accidentado o víctima. El otro día bajaron para subirse en la camilla a una señora que se torció el pie en medio de la cuesta y no podía seguir”, afirma. Luego está el mar. Ellos son los que desde  su lancha y siempre que pueden vigilan Los Muertos para que solo se quede en leyenda.