El acusado de acuchillar a su primo dice que “oyó voces”
El fiscal pide 24 años y la defensa habla de ataque paranoide

El juicio se celebra en la Audiencia y es con jurado.
J.A.S., el hombre de 33 años acusado de un presunto delito de asesinato después de haber acabado con la vida de su primo político tras asestarle varias puñaladas en el interior de un turismo junto a una gasolinera en El Ejido, ha manifestado este martes en la vista con tribunal de jurado que, aunque no recuerda los hechos vinculados al momento del ataque, sí sabe que esa noche le “entró algo por la cabeza que no era normal” y “oyó voces”.
El acusado ha contestado a las preguntas del Ministerio Fiscal, que solicita para él una pena de 24 años de prisión, así como a las de la acusación particular y su defensa, que en su escrito provisional ha destacado que el acusado sufrió un “ataque paranoide” a consecuencia de su consumo habitual de hachís, por lo que tiene afectada sus capacidades volitivas y cognitivas, de forma que se vio “impulsado por una voz interior” a cometer el crimen que ha calificado de homicidio, y no asesinato.
El procesado ha negado que tratara de simular un dolor de estómago para que su esposa avisase a la víctima a fin de que les llevase en su coche hasta el centro de salud, tal y como sostiene el fiscal, que mantiene que el hombre urdió un plan para acabar con la vida de su víctima, con la que habría mantenido malas relaciones por defender a su esposa ante una supuesta infidelidad.
El fiscal ha señalado que se sirvió de una navaja que ocultó entre sus ropas y el acusado ha reconocido que compró la navaja en la misma jornada de los hechos en una ferretería de El Ejido y que la guardó en su bolsillo, si bien no ha podido precisar qué hizo con ella tras el crimen. Los investigadores la recuperarón entre invernaderos.
Sustancias en los alimentos
Durante la vista, el procesado ha apuntado en varias ocasiones que el estado que el presenta se debe a que “le echan una sustancia” en los alimentos que ingiere, si bien a las preguntas del tribunal no ha conseguido esclarecer la procedencia de estas sustancias que le llevarían a presentar “alteraciones psicológicas”.
Asimismo, ha reconocido que había estado “peleado” con su mujer durante “algún tiempo”, aunque no discutió con la víctima “por sacar la cara” por la persona con la que supuestamente su pareja habría tenido algún encuentro.