Que emprender no es algo sencillo y que aquello tan manido del "si puedes lo consigues" no una certeza, es algo que a estas alturas muchos, por desgracia, ya conocen.  Sin embargo, para lograrlo a veces solo hace falta un nicho de mercado donde otros no han llegado y lanzarse hacia él a toda prisa con una bicicleta... y bien equipado con una mochila.

Ese fue el caso de Juan José Gómez, el emprendedor que ha revolucionado los pedidos a domicilio (o donde quiera que estemos) en el Levante Almeriense con una aplicación gratuita para todos los teléfonos como es Goind (juego de palabras entre el verbo ir en inglés y el Indalo, símbolo almeriense). Con ella podemos solicitar desde una de esas hamburguesas smash tan de moda hasta un kebab pasando por desayunos o comida de gran restaurante.

Cifras de vértigo con unas 12.000 entregas

Lo que hoy es una aplicación consolidada disponible tanto para Apple como para Android, nació de la nada en Vera, donde Juanjo reside. En una zona donde las grandes plataformas de reparto no llegaban, Juanjo vio la oportunidad. Equipado con su "mochila y bicicleta" además de sus conocimientos en informática se lanzó a emprender hace apenas un par de años. Y ya acumula "más de 12.000 pedidos" entregados a tiempo y con la cercanía que le caracteriza.

Aunque el grueso del negocio son los desayunos (como un curioso pedido de pollo que llega desde Mojácar mientras se hace esta entrevista) o las cenas de los mejores restaurantes de la zona, la plataforma ha demostrado ser capaz de cumplir con todo a lo largo y ancho de la comarca. Ya sea en Vera, Antas, la mencionada Mojácar, Garrucha o Cuevas del Almanzora, entre otros pueblos donde presta servicio.

"Lo más raro que me han pedido lo hizo un padre desde Madrid, que quería llevarle unas muletas a su hija desde una farmacia de aquí", confiesa Juanjo entre risas. Y además cumplió, claro. Es sólo un ejemplo. A ello se le suman flores para San Valentín, champú, productos de aseo... si un vecino lo necesita, sea lo que sea, Goind se lo lleva. 

Quizás esa sea precisamente la magia de este servicio, más allá de su profesionalidad y fácil accesibilidad mediante el teléfono móvil. Uno de sus éxitos radica en que ha sabido maridar la tecnología con la esencia del comercio tradicional: aquel saludo al tendero, que ahora se dedica a quien realiza el pedido (algunos ya casi amigos, reconoce Juanjo). En definitiva, la cercanía que siempre había caracterizado al comercio antes de la llegada de la grandes plataformas digitales y el conocer a los clientes por su nombre.

Más de 5.000 usuarios

Lo cierto es que en estos últimos dos años, el crecimiento de la aplicación ha sorprendido incluso a su propio creador. En ese periodo de tiempo, Goind ha gestionado alrededor de 12.000 repartos. Las matemáticas no fallan: una media de 6.000 envíos al año en una zona que, hasta su llegada, estaba huérfana de este tipo de servicios.

"A veces miro los números del fin de semana y digo: ¿pero cómo se ha sacado tanto pedido?", se pregunta Juanjo antes de reconocer esto no es tan fácil como parece. Además de cercanía y una buena idea se necesita mucho, pero que mucho esfuerzo (incluido el físico). En las horas punta el equipo trabaja "como pollos sin cabeza" para que todo llegue a tiempo, describe. 

Actualmente, la comunidad de Goind ya supera los 5.200 usuarios registrados, una cifra impresionante y que tal y como observa Juanjo al acceder a las estadísticas internas, tiene un gran crecimiento cada vez que se acerca la hora de comer. Es ahí cuando los móviles de la comarca empiezan a iluminarse y a mostrar comida de todo tipo en sus pantallas dentro de la aplicación de Goind.

Preguntado por una posible expansión de Goind a otras comarcas almerienses el creador de esta aplicación tiene claro que, por el momento prefiere tener "los pies en la tierra" y que la prioridad siga siendo la misma: dar un trato cercano a sus vecinos, pelear por sumar nuevos negocios del Levante a la plataforma y demostrar que, en Almería, el talento no tiene límites. Sin descartar nada en un futuro.

Porque, al final, Goind es mucho más que una app; es el ejemplo de que con una bicicleta y una buena idea, se puede cambiar el ritmo de toda una comarca y de cómo el comercio local y cercano también puede adaptarse a las nuevas tecnologías y demandas, sin dejar que sean otros, situados en grandes sedes a miles de kilómetros quienes decidan por nosotros.