El emblemático Edificio Multifuncional de Macael, popularmente conocido como ‘El Vaticano’, está experimentando una profunda y ambiciosa renovación. Con sus cúpulas y amplios espacios que han acogido desde grandes festivales musicales hasta eventos de relevancia mundial como la entrega anual de los Premios Macael, este inmueble ha comenzado una rehabilitación integral que promete transformar por completo su funcionalidad, confort y eficiencia energética.

La reforma, valorada en más de 2,2 millones de euros y financiada a través de los fondos europeos Next Generation, no solo busca mejorar la estética y la infraestructura, sino que pretende convertir al Vaticano en un edificio multifuncional de vanguardia.

Avances en la obra

El progreso de los trabajos, que fueron adjudicados por el Consistorio macalense por 2.243.539 euros y deben finalizar antes del mes de abril de 2026, ya es palpable en varios frentes. Se están sustituyendo los antiguos paneles de la cubierta – que tenían un grosor de 60 mm – por nuevos paneles de 120 mm, lo que permitirá mejorar significativamente el aislamiento térmico del edificio.

Asimismo, estructuralmente, ya se ha procedido a la colocación de la segunda cúpula y de la escalera de caracol. Esta última, diseñada para mejorar el acceso a la zona de instalación de la maquinaria de climatización y otros elementos técnicos.

Detalles de la transformación

El proyecto de rehabilitación persigue un objetivo ambicioso: lograr un ahorro energético superior al 30% en el consumo de energía primaria no renovable, priorizando un enfoque bioclimático que haga del edificio un sistema funcional por sí mismo.

Para ello, se busca que el propio inmueble regule su temperatura, evitando el sobrecalentamiento en verano y el frío extremo en invierno con un control mejorado del soleamiento y la ventilación. Esto se complementará con una instalación fotovoltaica para alcanzar la autosuficiencia energética y nuevos aislamientos.

Para optimizar el control de las temperaturas, se incorporarán una lona regulable interior y una rejilla de ventilación regulable al lucernario, permitiendo que actúe como un extractor natural de aire. La fachada translúcida principal se renovará, sustituyendo el policarbonato por vidrios templados, Stadip y bajo emisivos y manteniendo su capacidad de apertura para favorecer la renovación del aire.

Además, se prestará especial atención al confort interior mediante el uso de algodón reciclado para la adecuación acústica y térmica. Estéticamente, el edificio contará con una nueva envolvente vegetal en fachada y las cúpulas tendrán un acabado renovado con paneles microcelda de policarbonato de mejores prestaciones térmicas. La idea inicial de una cúpula retráctil fue finalmente descartada.

Por último, para garantizar su plena funcionalidad y accesibilidad, se instalarán elevadores, salvaescaleras y aseos accesibles, además de una nueva protección contra incendios.