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La odisea del transporte en Almería encuentra un respiro: el Consorcio anuncia refuerzos

Después de años de colapsos y largas esperas, los usuarios del Poniente almeriense esperan comprobar si los nuevos refuerzos alivian finalmente la saturación en las líneas más críticas

El autobús acaba colapsado.

El autobús acaba colapsado.La Voz

Marina Ginés
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El transporte metropolitano en la provincia podría empezar a dejar de ser una odisea, o al menos eso esperan desde el Consorcio, que confirmó a través de sus redes sociales el pasado 10 de octubre que a partir del martes 14 se reforzarán tres líneas esenciales para la movilidad en el Poniente Almeriense. 

La M-330 tendrá su salida desde Roquetas Centro a las seis treinta y cinco de la mañana, la M-336 saldrá desde la Universidad de Almería a las tres y cuarto de la tarde, y la M-380 partirá desde Adra a las dos cuarenta y cinco con destino a El Ejido y Berja.

Estos refuerzos buscan atender los horarios más críticos del día que suelen ser a primera hora de la mañana y a mediodía entre las dos y las tres de la tarde, a vuelta de la universidad y los trayectos intermunicipales más concurridos, donde los usuarios llevan años enfrentándose a colas interminables, empujones y retrasos constantes. 

Desde el Consorcio explicaban que los retrasos no dependen únicamente de la disponibilidad de vehículos, sino también de la congestión del tráfico, y que se estaba evaluando una reorganización de los horarios en las rutas más saturadas para garantizar mayor regularidad y seguridad.

Un refuerzo que responde a años de denuncias

Estas medidas llegan tras la denuncia publicada el pasado cinco de octubre, en la que varios usuarios contaban a LA VOZ, la situación caótica que enfrentan cada día para acudir a su trabajo y, en el caso de los estudiantes, a sus clases. 

Largas colas, autobuses llenos hasta los topes, empujones y codazos formaban parte de la rutina diaria en las paradas más concurridas. Alicia, vecina de Roquetas de Mar, relataba cómo en varias ocasiones se había visto obligada a tomar un taxi con un coste que rondaba los cincuenta euros solo para no llegar tarde a su trabajo.

Gente esperando en la parada.

Gente esperando en la parada.La Voz

“Cada septiembre es lo mismo. La gente se lanza como si fuera el fin del mundo por un asiento”, relataba Alicia, describiendo la presión, la tensión y el estrés que muchos experimentan día tras día. 

Historias similares llegaban de estudiantes de Berja y Dalías, que explicaban que los autobuses que regresaban de Almería llegaban llenos, obligándoles a esperar más de una hora o viajar de pie. Las familias habían solicitado un servicio escolar específico para atender esta situación, pero la propuesta fue rechazada por limitaciones económicas, dejando a jóvenes y padres con pocas alternativas.

El Consorcio, por su parte, ya había reconocido la alta demanda en las horas punta y apuntaba a que eran ya más de diez servicios circulan cada mañana desde Roquetas de Mar y Aguadulce, muchos de ellos doblados para atender a los usuarios. Además, se estaba negociando la incorporación de refuerzos adicionales y la reorganización de los horarios en las rutas más saturadas. 

Aun así, durante años, la realidad diaria en las paradas distaba mucho de ser suficiente, y los usuarios denunciaban la presión constante por conseguir un asiento y la incertidumbre de no llegar a tiempo.

Usuarios cautelosamente optimistas

Tras el anuncio de los refuerzos, las reacciones de los usuarios han sido de alivio, aunque con prudencia. “Espero que este refuerzo se mantenga también el año que viene y que no caiga en el olvido”, afirmaba una vecina de Roquetas, que valoraba positivamente que al día siguiente de la publicación del artículo dos responsables del Consorcio se personaran en las paradas para comprobar la situación y hablar con los conductores. 

Para muchos usuarios, este gesto fue histórico, ya que hasta ahora nunca se había visitado directamente ninguna de estas paradas para evaluar la saturación en primera persona.

Algunos vecinos recordaban que el mismo día de la publicación se incorporó un refuerzo en la hora punta del mediodía, lo que permitió a algunos usuarios volver a casa sin tener que recurrir al taxi. 

“Por fin pude coger un asiento y volver tranquila”, contaba una usuaria, reflejando la sensación de alivio temporal que generan estos primeros refuerzos, aunque sin olvidar años de experiencias complicadas y colas interminables.

A la espera de ver que sucede el martes

A pesar de los anuncios, la experiencia pasada marca la cautela de los usuarios.  El martes será el primer examen real de estas medidas. Los usuarios estarán atentos para comprobar si los refuerzos reducen la saturación, los retrasos y los incidentes que durante años han convertido el transporte del Poniente almeriense en un desafío diario. 

Por primera vez en mucho tiempo, la esperanza y la expectación viajan juntas en la misma parada, mientras todos observan si la odisea empieza a transformarse en un trayecto más digno y seguro.

El Consorcio mantiene que sigue evaluando todas las alternativas para mejorar el servicio, incluyendo más vehículos y ajustes en la planificación de horarios, pero serán los propios usuarios quienes confirmen si la odisea diaria finalmente comienza a transformarse en un viaje más confiable, seguro y tranquilo.

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