La Dirección del Agua, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha dado luz verde al proyecto de ampliación de la planta desaladora de Campo de Dalías (El Ejido), tras verificar la idoneidad técnica y ambiental de la iniciativa. La resolución, fechada el 26 de julio de 2025 y publicada en el Boletín Oficial del Estado este jueves, supone la aprobación administrativa de las obras y habilita el inicio de los trámites necesarios para su ejecución.

El proyecto contempla el aumento de la capacidad de la desaladora de los 30 hasta los 40 hectómetros cúbicos, toda vez que mediante una nueva red permitirá suministros al municipio de Adra. Desde su puesta en marcha en 2015 se ha convertido en una infraestructura clave para el abastecimiento de agua potable y el regadío en el Poniente almeriense, una comarca marcada por el déficit hídrico y la presión del sector agrícola intensivo.

Cabe recordar que el Ministerio prevé la expropiación de 13 fincas para esta actuación que suman 3.485 metros cuadrados y que la ampliación dotará al sistema de distribución de agua tratada de un segundo escalón de bombeo de menor altura que se realizará a través de una tubería existente con una longitud de 3.236 metros.

A partir de este punto, se proyecta la prolongación de la red de distribución con una conducción que conectará con la balsa de regulación con la Rambla de El Tuerto, incluyendo varias tomas intermedias y la conexión con una primera balsa principal de regulación del sistema de riego. En la conexión con el colector existente se proyectará una chimenea de equilibrio y una arqueta de distribución de la que partirá la nueva conducción de distribución de 4.341 kilómetros de longitud.

Según el informe de impacto ambiental emitido en julio de 2024, no se prevén efectos adversos significativos sobre el medio ambiente, siempre que se cumplan las medidas correctoras establecidas. La resolución también encomienda a la Subdirección General de Dominio Público Hidráulico la comunicación del acuerdo a los ayuntamientos afectados y la publicación oficial del mismo.

Una infraestructura estratégica en plena sequía

La ampliación de Campo de Dalías se enmarca en la estrategia del Gobierno para reforzar los recursos hídricos en el sureste peninsular, una de las zonas más vulnerables al cambio climático. La planta, junto con la de Carboneras, forma parte del sistema de desalación que suministra agua a miles de hectáreas de invernaderos y a la población del Poniente almeriense.

Con una capacidad de tratamiento de 97.200 metros cúbicos al día (equivalente a llenar 47 veces una piscina olímpica), la instalación es una de las desaladoras más grandes de Europa. Para llevar a cabo la construcción de esta planta, cuyas obras finalizaron en noviembre de 2014, se realizó una inversión de 130 millones de euros para permitir la producción de agua para abastecer a 300.000 habitantes y 8.000 hectáreas de regadío del poniente almeriense.

Con esta actuación recientemente aprobada se busca reducir la dependencia de los acuíferos, sometidos a una fuerte sobreexplotación en la provincia. Organizaciones ecologistas han señalado en repetidas ocasiones que la desalación, pese a su elevado coste energético, es una de las alternativas más sostenibles frente al agotamiento de los recursos subterráneos.

Consecuencias económicas y sociales

El incremento de la capacidad de la planta podría tener un impacto directo en el sector agrícola, que representa el principal motor económico de la comarca y de toda la provincia de Almería. Se espera que el refuerzo del suministro aporte mayor estabilidad a los regantes y a las comunidades locales, especialmente en periodos de sequía prolongada.

No obstante, el debate sobre el precio del agua desalada sigue abierto: agricultores y cooperativas reclaman que el coste sea asumible para garantizar la viabilidad del sector.