Almería sigue inmersa dentro del debate ciudadano entre defensores y detractores del Toblerone, que en estos días está diciendo adiós a la ciudad, si los planes establecidos por la empresa propietaria, Suncrest, siguen adelante con normalidad.

Dentro de este “maremoto”, según las palabras del propio alcalde de la capital, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, desde el Ayuntamiento aseguran que la empresa cuenta con todos los permisos para la realización de los trabajos, así que, la intención es que Erri Berri, que es la encargada de las obras, siga su cometido.

Para el regidor de la capital esta demolición, que todavía se encuentra en la parte interior y en los edificios colindantes, es “lo normal del mundo” ya que era algo que “está aprobado hace mucho tiempo en un plan especial” que precisamente recogía el adiós del edificio.

Consensuado

Además, para Rodríguez-Comendador, este “maremoto” no sabe “a qué viene” ya que este planeamiento urbanístico “está aprobado, dicho, consensuado” recordando que “las tres administraciones que estamos en el Plan de Soterramiento lo tenemos consensuado”.

En cuanto a las protestas vecinales por la falta de información y el temor de la polvareda que se pueda levantar, el alcalde asegura que “tenía que informar la empresa que lo va a realizar, pero vamos, que tiene todos los papeles en regla desde hace ya tiempo” y para el polvo “habrá que regar el mineral que hay allí, taparlo y se va a intentar ocasionar el menor problema posible”.

Paralización de obra

Por su parte una docena de miembros de la plataforma Salvemos el Toblerone decidían subirse a primera hora de la mañana al edificio para tratar de frenar su demolición. Y lo conseguían, al menos durante un par de horas, hasta que la Policía Local les desalojaba tras comunicarles que la propiedad había decidido denunciar a tres de ellos.

Explica Manuel Pérez Sola, portavoz de la plataforma, su sorpresa por ser denunciados por “coacciones, cuando en ningún caso ha habido problemas con los trabajadores ni con la Policía”.

Una denuncia que inicialmente no les paró ya que, sabiendo que estaba en la ciudad la consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, para solicitarle que desde la Junta de Andalucía se tome en consideración la petición que hace año y medio  y que todavía no tiene respuesta.