Ser uno más en Almería: natación inclusiva más allá de la superficie
El CDNW Roquetas de Mar es pionero en la inclusión de las distintas realidades que viven las personas con discapacidad en el deporte de la provincia
El CDNW Roquetas de Mar en la playa, imagen cedida por el club.
En 2023, según la Organización Mundial de la Salud, 1300 millones de personas vivían realidades distintas a las comunes, excepcionales para algunos, ordinarias para otros. En el mundo, más de 268 mil personas padecen una discapacidad intelectual reconocida. En Almería, los datos revelan que más de 40.936 son los que habitan la piel de aquellos que se sostienen a través de existencias desiguales.
Para el Club de Natación y Waterpolo de Roquetas de Mar, afrontar esta realidad significa enfrentar y combatir el estigma aún presente en nuestra sociedad, el capacitismo y el poco apoyo institucional; factores que dificultan establecer un entorno libre y autónomo a aquellos que desean sentir el "ser uno más".
La familia del club CDNW Roquetas.
Un único objetivo: ser uno más
Todo comenzó hace una década. El padre de uno de los nadadores, junto a un monitor del club, propuso crear un grupo específico: entrenamientos adaptados para que personas con discapacidad intelectual pudieran no solo aprender la técnica, sino también vivir la experiencia de rutina y competición que caracteriza a la natación.
A través de este grupo de natación adaptada, según la evolución que tuviera con el tiempo cada nadador, comenzarían a integrarse en los grupos de normalizada. De esta manera, uniendo fuerzas, en la temporada 2018-2019, se inició el grupo de natación adaptada, con seis o siete nadadores, una ventana se abría hacia la posibilidad de practicar un deporte sin ser juzgado.
En este sentido, esta situación viene dada por las dificultades que aún existen hoy en día: es un reto que un club deportivo de normalizada abra sus puertas a personas con parálisis cerebral, daño cerebral, quimio, etc.
No obstante, este proyecto se ha ampliado, aunque no sin haberse encontrado con "baches" en el camino. La irrupción de la pandemia en 2020 y la marcha del entrenador responsable llegaron para parar en seco la iniciativa.
El relevo, lejos de impulsar la natación adaptada, la frenó aún más: un nadador que entrenaba en grupo ordinario fue relegado a adaptada. Las tensiones internas se multiplicaron.
El cambio llegó en 2022, cuando Mariano Herranz, con 35 años de experiencia en este mundo, asumió el rol de entrenador. “Ha sido un cambio abismal”, resumen desde la junta directiva.
Mariano Herranz, con algunos de los integrantes del club.
Inclusión que va más allá del agua
Para el club, esta actividad no se queda solo en las calles de la piscina, sino que supone trabajo, formación y, sobre todo, comunicación constante con las familias. Dentro y fuera deben conocer qué es lo que se está haciendo, con el fin de trabajar determinadas actividades que no son posibles de completar en el centro.
Imagen del Club CDNW de uno de sus integrantes en una competición deportiva.
Por ello, la natación inclusiva no es solo cuestión de brazadas. En Roquetas se ha trabajado un modelo que une el deporte con herramientas pedagógicas y emocionales.
Una de ellas es la agenda visual, pensada para los más pequeños. Esta les permite ver de antemano quién entrena con ellos o con qué compañeros compartirán la piscina, reduciendo la ansiedad y favoreciendo la anticipación.
A esto se suma el hermanamiento entre nadadores veteranos y del grupo adaptado, con el fin de que los mayores acompañen y apoyen a los más pequeños. Una práctica que fomenta la empatía y la integración también en lo cotidiano.
Nadadores del Club CDNW Roquetas.
Un desafío económico
El compromiso humano es enorme, pero también lo es el sacrificio económico. Solo el alquiler de las calles de la piscina supone un gasto de entre 1.700 y 1.800 euros al mes. “Se necesitan más entrenadores y un director técnico que crea de verdad en todos”, insisten desde la directiva.
La sensación en el club es clara: el proyecto avanza gracias a la convicción de las familias y al esfuerzo colectivo, pero debería contar con mayor respaldo institucional.
Fronteras y futuro en la inclusividad
El CDNW Roquetas de Mar, es uno de los pocos clubes que ofrece la posibilidad de pertenecer a una actividad deportiva como puede ser natación a aquellas personas que viven con una discapacidad intelectual.
"Este tipo de proyectos deberían ser más valorados, se necesita apoyo institucional. Cuando comenzamos este proyecto sabíamos que nos encontraríamos con dificultades, que sería complicado, pero también pensamos que las instituciones tendrían más consideración con una iniciativa así", comentan algunos integrantes del club.
Gracias a esta iniciativa, los beneficios trascienden lo deportivo. Desde vestirse sin ayuda en los vestuarios hasta aprender a gestionar el estrés, la natación inclusiva se convierte en una escuela de autonomía y autoconocimiento.
Algunos de los nadadores del club CDNW Roquetas.
En el caso de jóvenes con Trastorno del Espectro Autista (TEA), el trabajo emocional es fundamental: aprender a manejar la frustración y convivir con otros en un entorno compartido. El club lo resume con una sola idea: “No hablamos de discapacidades, sino de realidades distintas. Y en esas realidades, todos tienen un espacio”.
El CDNW Roquetas de Mar es hoy uno de los pocos clubes en España que abre de manera estable sus aguas a la diversidad funcional. Un proyecto pionero, frágil en lo económico pero sólido en valores.
Su meta, aseguran, no cambia: lograr que cada nadador, más allá de sus circunstancias, pueda sentir que en la piscina es simplemente “uno más”.