El rincón de la Alpujarra almeriense que une historia, naturaleza y gastronomía
Esencia de la vida tranquila, rodeado de montañas y fuentes de agua cristalina

Beires, uno de los pueblos más pequeños de Almería.
Enclavado en el corazón de la Alpujarra almeriense, Beires es uno de esos pueblos que parecen detenidos en el tiempo. Con apenas 148 habitantes, según su censo recogido por el INE de 2024, este pequeño rincón de la provincia de Almería conserva la esencia de la vida tranquila, rodeado de montañas, fuentes de agua cristalina y un legado histórico que se respira en cada una de sus calles.
Entre moriscos y repobladores
La historia de Beires está marcada por su pasado andalusí, una herencia que aún se refleja en su trazado urbano y en los restos de su antiguo castillo. Durante siglos, fue un enclave importante en la Alpujarra hasta que, tras la expulsión de los moriscos en el siglo XVI, fue repoblado por cristianos venidos de otras regiones.
A lo largo de los siglos, su economía se basó en la agricultura y, en menor medida, en la minería. De hecho, en sus alrededores se explotaron minas de hierro y cobre que dieron trabajo a sus habitantes hasta el siglo XX. Aunque estas actividades fueron desapareciendo, Beires sigue conservando su encanto rústico y la autenticidad de los pueblos de antaño. Según la web oficial de Turismo de Andalucía, "el pueblo está dividido en dos barrios, Zembrón y Beires".
El Castillo de los Moros
"El Castillo de los Moros es una fortificación construida por los musulmanes con fecha desconocida. Podría datarse de la primera mitad del S.XIII por su similitud a castillos como el de Aspe (Alicante) o los Cuájares (Granada)", explica la web del Ayuntamiento de Beires. Situado en un punto estratégico con vistas a la sierra, los restos de este castillo medieval son testigos de un pasado de luchas y defensa del territorio. Aunque solo quedan vestigios de su estructura original, el enclave sigue ofreciendo una panorámica espectacular de la comarca.
"Fue declarado bien de interés cultural, con la categoría de Monumento y un reconocimiento especial de la Junta de Andalucía en 1993", comenta el Ayuntamiento del pueblo almeriense.
Iglesia de San Roque
Este templo de estilo mudéjar es el corazón del pueblo y un reflejo de la historia religiosa de Beires. Pequeña pero con un encanto singular, es punto de encuentro para los vecinos en las festividades más importantes.
Como bien refleja la web del Ayuntamiento de Beires: "La iglesia de Beires se construyó entre 1676 y 1679 a cargo de Pedro de Cerezuela en sustitución de la antigua".
Fuente del Nacimiento y senderos naturales
Beires es un destino ideal para los amantes de la naturaleza. Uno de sus mayores atractivos es la ruta que lleva hasta la Fuente del Nacimiento, un manantial de agua pura rodeado de castaños y encinas. Un lugar perfecto para desconectar y disfrutar de la paz que ofrece la Alpujarra.
El sabor de la Alpujarra
La cocina de Beires conserva la esencia de la tradición alpujarreña. Platos como el plato alpujarreño con morcilla, chorizo y patatas a lo pobre, o las migas con tropezones, son algunas de las delicias que se pueden degustar en la zona.
Las fiestas también forman parte del alma de Beires. Las celebraciones en honor a San Roque, su patrón, celebradas el 16 de agosto de cada año, son una ocasión perfecta para conocer de cerca la hospitalidad de sus habitantes, “se hacen excursiones hasta la Fuente del Nacimiento para bañarse en sus aguas y mantener la tradición de ‘mojar el rosco’ “, aclara la web oficial de Turismo de Andalucía.