La adaptación lingüística llega este curso a 2.000 alumnos inmigrantes
La adaptación lingüística llega este curso a 2.000 alumnos inmigrantes
Llegó a haber más de 3.000 y este curso son 2.041. Es la cifra de alumnos inmigrantes incluidos en el Programa de Aula Temporal de Adaptación Lingüística que gestiona la Delegación Provincial de Educación. Hasta 2008 el número de estos alumnos fue creciendo en la provincia, y a partir de ese año ha ido descendiendo debido a la caida de la inmigración que llega a Almería. Sin embargo, este curso escolar ha vuelto a crecer alrededor de un 10% hasta alcanzar esa cifra de 2.041 estudiantes atendidos.
Este programa está dirigido a alumnos inmigrantes que no han nacido en la provincia y que llegan con un nulo conocimiento del idioma castellano. El grupo más numeroso sigue siendo el de los marroquíes, ya que según los cálculos de la Delegación de Educación suponen alrededor del 50% del total. El segundo colectivo más numeroso es el de los alumnos rumanos, escolarizados sobre todo en centros del municipio de Roquetas de Mar. Completan la lista de orígenes más habituales los subsaharianos.
Para la atención a estos estudiantes se creó en 1998 el Programa de Aula Temporal de Adaptación Lingüística (ATAL), una experiencia puesta en marcha en Almería y que luego se ha extendido a toda Andalucía. Actualmente hay 76 profesores que trabajan en este programa, que llega a 71 colegios y 34 institutos de la provincia. Cuando un inmigrante llega al sistema educativo por primera vez se comprueba su nivel de conocimiento del castellano y en función de ello se le diseña un plan de actuación, de forma que ingresa en un grupo de ATAL para que su inserción en el grupo normal de clase se lleve a cabo lo más rápidamente posible.
Hay dos tipos de actuación con estos alumnos: la que se hace dentro de su aula normal y la que se lleva a cabo en un aula específica. En el primer caso el profesor de ATAL ayuda al alumno inmigrante durante las clases para que su aprendizaje no se vea perjudicado por su deficiencia lingüística; y en las aulas específicas se atiende, sobre todo, a su desconocimiento del castellano. El objetivo es que lo antes posible pueda asistir a clase con normalidad y sin necesidad de ayuda. El tiempo en el que un inmigrante forma parte de un grupo de ATAL es de un curso escolar, salvo que sea necesario ampliar el periodo a dos años.
En cuanto al profesorado, son, fundamentalmente, profesores de lengua castellana, psicopedagogos y profesores de lengua extranjera. Reciben un curso de formación específico antes de comenzar su labor y no sólo se dedican a enseñar el castellano a los alumnos inmigrantes, sino que también realizan tareas de tutoría, orientación, etc. “Es decir, de servir de puerta de entrada del alumno al sistema educativo, que es tanto como decir a la sociedad”, afirma José María De la Oliva, el coordinador del profesorado de las ATAL.