Prisión por golpear a un hombre con un botellín y morderle la oreja
Los hechos sucedieron en el 501 de Aguadulce, en 2012, y la víctima sufrió lesiones que le dejaron impedido durante un mes y defecto estético en la oreja
El Juzgado de lo Penal número 3 de Almería ha condenado a penas de entre 2 y 3 años de prisión a tres hombres acusados de un delito de lesiones después de que lanzaran a otro un botellín a la cabeza, derribándolo; momento en el que uno de los agresores se le subió encima y le propinó un mordisco en una oreja.
El fallo, sobre el que cabe recurso de apelación, considera probado que durante la madrugada del 29 de septiembre de 2012 los tres agresores se encontraban en las inmediaciones del 501 de Aguadulce, donde iniciaron una discusión con la víctima antes de estrellarle un botellín en la cabeza.
Así, después de que ésta cayera al suelo, uno de ellos se subió sobre él y le mordió mientras que los otros dos habrían continuado con la agresión por la que recibió heridas que le dejaron impedido durante un mes y defecto estético en la oreja. Por lo que además la juez obliga a los condenados a abonar a la víctima 4.200 euros en concepto de indemnización.
Dictamen
Una vez conocidos los hechos la magistrada, que tuvo en cuenta la agravante de reincidencia para imponer la pena de 3 años a uno de los acusados, destaca la versión dada por la víctima en sala, quien narró que a la salida del local una amiga se paró a hablar con los agresores, por lo que se dirigió a ella para decirle que “dejara de hacer tonterías” y se fueran.
En ese momento, según el testimonio de la víctima del ataque, fue cuando uno de los agresores le dijo que “el único que hacía gilipolleces era él”, mientras que otro de los acusados le agredió con un botellín y cayó al suelo, aunque que pudo ver quien fue el que le mordió en la oreja.
Frente a esta versión, corroborada por otros testigos, la juez señala el testimonio “meramente exculpatorio” de los acusados, quienes negaron encontrarse en el lugar al tiempo que afirmaron que se hallaban en un karaoke en el momento de los hechos.