Vicasol

Por mucho que las cifras de comercialización o el tamaño de su plantilla sugieran complejidad superpuesta a la experiencia personal, Vicasol sigue siendo un fenómeno humano con una poderosa componente familiar. Con cerca de un millar de socios, Vicasol es, sobre todo, un aglutinante de familias y una referencia socioeconómica de primer orden en Vícar, donde radica su origen, pero también en zonas agrícolas de otros municipios de la provincia.

Desde su sede original, hoy Vicasol I, esta forma de entender el hecho agrícola se ha ido extendiendo a medida que crecía Vicasol, que ahora cuenta ya con un total de tres plantas de manipulado y logística y un  centro especializado en producción ecológica.

Mantener y afianzar esta cualidad depende de varios factores que se traducen en valores esenciales de Vicasol, materializados en su organización interna.
Vicasol es una cooperativa basada en la equidad y en la transparencia. Sin duda, principios que solo perviven cuando se hacen efectivos en la práctica, como es el caso de Vicasol.

La evolución de la cooperativa vicaria que preside Juan Antonio González Real, basada en el crecimiento armónico, ha permitido que la capacidad de generar riqueza en Vicasol se haya convertido en un éxito compartido por todos a la postre. Un éxito, cuyos destinatarios y protagonistas son sus socios y sus equipos profesionales. Esta característica también sirve de base para afrontar transformaciones fundamentales como son todos los proyectos de Vicasol orientados a alcanzar una producción realmente sostenible. El camino a la autosuficiencia energética emprendido por Vicasol tiene también una extensión dirigida a los socios, para que puedan asumir la incorporación de la energía fotovoltaica a sus explotaciones.

Y, por supuesto, sin olvidar los estrechos vínculos que generan la veintena larga de servicios que Vicasol presta a sus socios y que se traducen en una mejora de la vida familiar de los agricultores.