No y no
Menuda la han tomado todos los partidos con la posible celebración de unas nuevas elecciones. “Yo no quiero elecciones y lo voy a defender ante el comité federal”, afirma JorgeFernández, presidente de la gestora que ha tomado las riendas del PSOE tras la dimisión de Pedro Sánchez. En este país hemos estado tanto tiempo sin votar que ahora nos parece una montaña una tercera consulta al pueblo. Ya sé que el bloqueo dura nueve meses y que hay que presentar con urgencia los presupuestos, amén de otros muchos compromisos con Bruselas. Pero una salida más a las urnas terminaría por darle la mayoría absoluta al Partido Popular confirmándose de una vez lo que vienen diciendo desde el 2O-D, que han ganado las elecciones. Y respecto al PSOE, tal vez no sea la peor solución celebrar las terceras elecciones, como decía ayer la prensa nacional. El azar ha hecho que tengan lugar al mismo tiempo los dos juicios más importantes sobre la moral social del PP. Hablamos, claro está, de Gürtel y de las Tarjetas BlaK. Un fiscal ha definido este aquelarre como “el gran funeral de la corrupción”. Sin tener esto en cuenta no se comprende bien la negativa de Pedro Sánchez a pactar con Rajoy. Al no y no le sobra una parte. Con un solo no hubiéramos repetido lo de la entrada en la OTAN. Si ustedes recuerdan, la negación se convirtió pronto en afirmación. Pedro Sánchez es un político sin experiencia. Felipe González, en cambio, tiene la cabeza blanca y conoce por viejo más que por, adivino del reino la vueltas que da el camino. Ahora vamos a ver cómo acepta las militancia las presuntas negociaciones izquierda-derecha- Se dice por ahí que ni siquiera van a consultar a las bases, lo que puede resultar otro incordio ante la heterogeneidad de los críticos. ¿ Y qué me dicen de Podemos? Si alguna unanimidad estratégica había en la izquierda, al menos en apariencia, era que había que imponer otro gobierno alternativo frente a la masa de continuistas y conservadores. Las amenazas no se han hecho esperar. El partido de Iglesias se a tribuye el liderazgo de la oposición. Echenique cree que la relación con los socialistas será cada vez más difícil. De hecho Podemos ha roto el acuerdo con Castilla -La Mancha, y lo mismo quieren hacer en Valencia, Aragón y Asturias. La gestora tendrá que remangarse.