Consiguiera el PSOE o el PP el bastón de mando del ayuntamiento de Albox, éste saldría en medio de dudas, sombras y sonoras broncas políticas. El voto del concejal Francisco Torrecillas decisivo en el día de hoy, no serviría para alumbrar una etapa en el ayuntamiento. ¿Y si lo eligieran a él como alcalde? Si se confirma la compra de un voto por parte de un partido (presuntamente el PP) y demostrado ha quedado que el PSOE ha sido una jaula de grillos en Albox, con engaños incluidos por parte de los dirigentes, es posible que el señor Torrecillas sea el único que pueda devolver al ayuntamiento y a su pueblo la tan necesitada tranquilidad, la necesaria responsabilidad y la pérdida respetabilidad. ¿Por qué los ediles de uno y de otro, PSOE y PP, no hacen un ejercicio de responsabilidad y de respeto ante los ciudadanos y votan al señor Torrecillas? 
Si el PSOE lograra hoy renovar la alcaldía, con toda legalidad y tras la mayoría absoluta de mayo, la sombra de sus anteriores alcaldes, sus inhabilitaciones y sus futuros juicios estarán presente en el ejercicio del gobierno municipal, sin olvidar el engaño que supuso para la propia militancia el enjuague de “ahora me voy del PSOE, ya volveré mañana” permitido por sus dirigentes provinciales. Cuesta trabajo moralmente “legitimar” una alcaldía “totalmente legal” del PSOE. Como no sería de recibo que hoy la consiguiera el Partido Popular con el voto de una concejal tránsfuga del PSOE. Cualquiera de las dos soluciones no dejaría de sonrojar al personal, al de Albox y al de toda la provincia. 
El acuerdo presentado entre Torrecillas y el PSOE puede ser la mejor solución para un pueblo que ha vivido unas legislaturas convulsas con tres alcaldes y unos dirigentes socialistas  que no han estado a la altura del municipio. Torrecillas nos decía desde un pueblo de León que él estaba muy satisfecho como director en su centro educativo, pero es de imaginar que la responsabilidad que siente ante su pueblo y devolverle “el favor” al candidato del PP, le han llevado a aceptar un acuerdo que lo puede llevar hoy a la alcaldía de Albox. De las soluciones apuntadas parece en un principio la mejor para el ayuntamiento y para su pueblo, ahora sólo hace falta que sea capaz de lograrlo. Tiene, pensamos algunos, la fuerza moral, le falta la de los votos.