Nicasio Marín no soporta los cien días de gracia y dimite
La candidatura de Luis Rogelio Rodríguez-Comendador a la alcaldía de Almería en las elecciones del 24-M presentaba pocas novedades respecto a lo que ya había en el Ayuntamiento. Era, prácticamente, una candidatura continuista. La presencia en la misma de Nicasio Marín se presentaba como la principal novedad y el principal revulsivo. Por eso se le acomodó en el cuarto puesto de la lista, un lugar que los partidos suelen reservar para personas de mucha valía y/o confianza. Nicasio Marín salió elegido concejal, lógicamente. El alcalde le asignó un concejalía de las consideradas importantes, la de Personal, que el nuevo concejal aceptó con gran ilusión, según él mismo manifestó. Pues bien, parece que la ilusión solamente le ha durado 85 días. Ni siquiera ha llegado a cumplir los 100 días de gracia. El lunes presentó su dimisión.
La dimisión de un concejal no debe despertar demasiado interés informativo. Entra dentro de la dinámica política y personal: unos vienen y otros se van, que dice la canción. La de Nicasio Marín, en cambio, se está rodeando de un cierto halo de misterio, algo que incentiva el propio interesado con sus declaraciones. La dimisión de Marín es una dimisión sorpresiva por el fondo y por la forma.
Ha explicado el concejal que su dimisión se debe a que no reúne "las competencias suficientes" (sic). Hay que suponer que no se refiere a las competencias intrínsecas del cargo, sino a validez personal para desempeñar el mismo. Extraña esa falta de capacidad en alguien que durante muchos años ha sido presidente de uno de los sindicatos más importantes del sector sanitario. Por otra parte, no es cierto lo que dice Marín de que su trabajo era "eminentemente administrativo". Su trabajo era de dirección política.
También ha causado sorpresa la fluidez y naturalidad verbal del concejal para tratar la derivada pecuniaria de su decisión. Dice en su despacho la agencia Europa Press: “En ese sentido, ha calificado de "sensata" su decisión, que le va a llevar a ganar "algo menos" de dinero al renunciar a su sueldo como concejal de Personal -de 64.000 euros anuales, según ha indicado- para volver a dedicarse exclusivamente a su labor como facultativo de Medicina Interna en el Hospital de Torrecárdenas”. ¿Qué quiere decir el concejal con esta minuciosa explicación monetaria? Todas estas cuestiones, a las que hay que añadir el deseo de Nicasio Marín de seguir como concejal ‘raso’, necesitan una explicación. Las redes sociales y algún articulista hablan de causas más preocupantes. Tal vez sería conveniente que tanto el concejal dimitido como quien le buscó para incorporarlo a su candidatura expliquen a los almerienses cuáles son las verdaderas razones de esa dimisión. Sin hueros discursos.