Voy a ser claro y directo: el Ayuntamiento de Almería va a bajar este año el IBI a todos los almerienses, concretamente entre un 1 y un 15%. Fácil de entender y además estamos todos de acuerdo en que es una buena noticia. Bueno, todos menos el portavoz municipal socialista, Joaquín Jiménez, que “no sale de su asombro ante este anuncio” (sic).

Y, en un alarde de generosidad, hasta puedo entenderlo porque el PSOE no sólo nunca ha bajado el IBI cuando ha tenido la oportunidad, sino que hace más bien todo lo contrario. En el último Pleno Municipal votó en contra de solicitar a la Junta de Andalucía que no incremente el coeficiente que aplica a los valores catastrales, lo que permitiría, esta bajada del IBI. Es decir, el PSOE votó en contra de que a los almerienses se nos baje el recibo de la contribución, un voto que, por cierto, aún estamos esperando que alguien desde el grupo socialista nos explique.

Pero como yo he venido aquí a hablar de mi libro, como dijo Umbral, quiero recordar que en los últimos once años, desde que el Partido Popular gobierna en el Ayuntamiento de Almería y Luis Rogelio es alcalde, se han bajado los tipos del IBI hasta en seis ocasiones, lo cual echa por tierra cualquier acusación que nos hagan de ser un anuncio electoralista. Es más, se ha bajado en todas las situaciones económicas posibles: en época de bonanza, también en plena crisis y ahora cuando empieza la recuperación. El Ayuntamiento de Almería lleva once años “a las duras y a las maduras”, trabajando para rebajar la presión fiscal de los ciudadanos todo lo que sea posible.

Además, al tratarse Almería de la capital andaluza con la deuda financiera más baja de todas, nos permite seguir reduciendo esa presión fiscal en los próximos meses, para lo cual continuaremos rebajando impuestos, tasas y precios públicos al máximo. Aconsejo al PSOE que prepare una caja de tila, porque teniendo en cuenta el ataque de nervios al que han sucumbido al enterarse de la bajada del IBI, no me quiero ni imaginar qué será cuando descubran que los almerienses van a pagar cada vez menos por sus recibos municipales.

El Ayuntamiento, como entidad responsable que es, seguirá trabajando para buscar las fórmulas necesarias que permitan que los ciudadanos tributen menos y eso es posible continuando con nuestra política de no gastar más de lo que se ingresa, como hace cualquier familia almeriense.