Arrimar el hombro
“Nos encontramos muchas veces con la cerrazón de quienes ni comen ni dejan comer”
Siempre he creído que la colaboración institucional es fundamental para que la sociedad avance. Sumar siempre será mejor que restar y arrimar el hombro para lograr objetivos comunes facilitará llegar a conseguirlos. Sin embargo, hace mucho que perdí la inocencia respecto al tratamiento de algunas administraciones hacia una provincia como la nuestra, muy alejada de las voluntades centralizadoras de determinados políticos que tienen a Almería en el corazón, pero no en la cartera. Son demasiados los agravios, los desplantes, el desdén, que históricamente los almerienses hemos recibido por parte de la Junta de Andalucía y, por ende, de los partidos que la gobiernan, fundamentalmente el PSOE, ahora con la muleta de IU. Pero tampoco quiero cansarles. Simplemente, no acabo de entender qué razones pueden llevar a alguien a menospreciar de forma permanente a una parte de Andalucía que, curiosamente, es una de las provincias que más aporta el Producto Interior Bruto. Me cuesta comprender por qué la Junta, que tiene las arcas con telarañas, se resiste a que el Ayuntamiento haga las obras de la Plaza Vieja con fondos propios y prefiera mantener la penosa imagen de este emblemático espacio del Centro Histórico como un escenario de guerra. O por qué convertir la antigua estación de ferrocarril en otro foco de discrepancia cuando, colaborando todas las administraciones, podría recuperarse. ¿No sería más fácil que tanto los propietarios del inmueble, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), como la Junta y el Ayuntamiento, aportaran su granito de arena para rehabilitar este edificio? Desde el Ayuntamiento existe la mano tendida para colaborar en todo aquello que beneficie a la ciudad y a sus vecinos porque es imposible hacerlo todo en solitario, mucho menos si no es responsabilidad municipal, pero es necesario que la otra parte se implique y muchas veces nos encontramos con el muro de la cerrazón de quienes, como el perro del hortelano, ni comen ni dejan comer.