Si no es así lo parece. En el Partido Socialista ya lo han dicho en más de una y de dos ocasiones. Algún otro también es partidario de que ello ocurra, aunque en estos momentos no tiene fuerza suficiente para ello. El ciudadano no se ha decantado todavía, aunque los ejemplos que nos están dando los señores diputados nos puede llevar a formar parte de esa tropa que pide la desaparición de las diputaciones, el senado, las comunidades y hasta el gobierno central. ¿Y con los ayuntamientos qué hacemos? Ahí el ciudadano mantiene que quiere tenerlo lo más cerca posible. El problema es que hay pueblos donde no vive el alcalde ni la mayoría de sus concejales. Aparecen en las fiestas y en los plenos, en estos para cobrar. Pues vaya representación.

Nos hemos enterado por don Javier Aureliano García, vicepresidente de la diputación, que un diputado provincial cobra por asistir a pleno nada menos que 368 euros. Estos señores y señoras, según el diputado popular, cobran por unos minutos de asistencia al salón de plenos, ni siquiera por hablar, más de sesenta mil de las antiguas pesetas. Miren su hoja salarial, vean lo que les pagan a ustedes por estar todo un mes trabajando, aguantando a su jefe y sus tonterías y comparen con lo que dice don Javier Aureliano cobran unos diputados sólo por estar sentados en un hermoso salón escuchando las sandeces que allí se dicen.

Tras la comparación de su sueldo y la cobranza que de sus impuestos pagamos a estos diputados, llegará a la conclusión de que lo mejor es cerrar la diputación, que la administración central mande el dinero a los ayuntamientos y que nos ahorremos el pago a tanto “bien pagao” como se pasea por nuestra política. Le estamos dando a un parado una ayuda de cuatrocientos euros al mes para que pueda dar de comer a la familia. Cuatrocientos al mes, y un diputado cobra 368 (según el vicepresidente) por la asistencia a un pleno de la corporación. Pleno que puede durar un par de horas como mucho. Parece evidente: Hay que cerrar las diputaciones, hay que cambiar la forma de gobernar, hay que buscar fórmulas nuevas, hay que acabar con tanto gaznápiro como vive a costa de los impuestos, con la escusa de que la democracia es eso.