Desde aquí me gustaría hacer un llamamiento a todas aquellas personas que no paran de maquinar maldades como, por ejemplo, a las que han alimentado el odio de este par de energúmenos chechenos  porque con 19 y 27 años no han tenido ocasión de almacenar odios, ya que la mitad de su vida la han hecho en su país de acogida  y por lo visto no le fue mal  puesto que eran estudiantes -y hasta adelantados- para fabricar artefactos de muerte a criaturas inocentes, tan inocentes que su mundo era el deporte.

Por eso me viene a la mente llamar la atención a algunos políticos que se dedican a incitar posiblemente a criaturas inocentes a estar todos los días de manifestaciones, con mensajes desaforados y amenazantes que termina con insultos personales. Y lo peor es que ya se meten con familiares y hasta en sus propios domicilios. Pienso que mal lo llevamos si estamos fomentando el odio en este país llamado España; porque tenemos buena experiencia de la barbarie colectiva que cuando las masas se desmadran ya no hay quien las pare.

Por mis muchos años he tenido que tratar con muchos miles de personas, y la verdad es que o yo soy muy tonto o la gente es más buena de lo que parece, hasta el punto de que se dejan influenciar de malas personas que tiene buena verborrea para llevar al huerto a muchos pardillos. Y es que habiendo muy buena gente, se dejan arrastrar a cosas que no son de su condición, pero que bien explicadas tendenciosamente por estos truhanes llegan a hacer lo que a diario tenemos, sean chechenos, palestinos o españoles. Esto hay que atajarlo en la raíz e ir a por estos falsos profetas que predican el mal porque si.