¿Usted querría menos vuelos a Sevilla y más a Madrid?
Bruselas no daría nunca el visto bueno a una Obligación de Servicio Público (OSP) entre Almería y Barajas

El expresidente Griñán en la inauguración de la ruta Almería-Sevilla en 2010.
Tras el Imsersogate de esta semana en Almería, con 200 jubilados gallegos con más pinta de náufragos que Tom Hanks, hay que evocar aquella efímera campaña ‘Almería sin salidas’ y confirmar lo sensible que son las comunicaciones para una provincia y para un empresariado que -si lo dejaran- rompería las costuras: aún con esas piedras en el zapato que son los pésimos medios de transporte, Almería se ha consolidado en los últimos años como la provincia andaluza con mayor Producto Interior Bruto por habitante (hace 30 años era la última); Qué buen vasallo si oviese buen señor.
Hay algo que no cuadra en este jeroglífico de mentiras de gobiernos de todos los tintes de L’oreal; hay algo que chirría en este laberinto de declaraciones y promesas incumplidas, de fechas, de plazos, de licitaciones y adjudicaciones; hay algo que no calza en este galimatías de presupuestos no ejecutados durante décadas, de culpas compartidas y política de sonajero: si ‘Almería es un cañón’ como han dicho ante los micrófonos todos los ministros y consejeros que por aquí han pasado, por qué es uno de los aeropuertos con menos vuelos de España (Granada ya nos ha adelantado); por qué va a ser unas de las últimas provincias patrias pujantes en tener un tren de alta velocidad. “Es que Almería está esquinada y se multiplica el precio de las infraestructuras” -justifican algunos aurigas de la Administración. Falso: el aeropuerto Rosalía de Castro de Santiago de Compostela, tan esquinado como el del Alquián, despachó 25.000 vuelos y 3,6 millones de pasajeros en 2024, frente a los apenas 780.000 viajeros del almeriense, que, por otra parte, sigue sin nombre, como un expósito. Los vuelos de Almería van llenos, pero no hay frecuencias de aviones; Iberia -no Air Nostrum, que no decide nada en esto- sigue maltratando a Almería; Iberia con Almería: ni una mala palabra ni una buena acción. Y, sin embargo, una pregunta de sentido común flota en el aire como una voluta de humo: si los vuelos van repletos, si hay negocio en la conexión Almería Madrid, por qué razón la aerolínea va a querer pegarse patadas en su propia espinilla. Algo no cuadra. Y qué será del aeropuerto de Almería cuando dentro de dos, tres o cuatro años, esté operativo el AVE, ¿será que Aena lo convertirá en un aeródromo silente, como un militar en la reserva?
Se viene hablando desde hace un tiempo de la posibilidad de que se pueda tramitar una OSP (Obligación de Servicio Público) para el vuelo Almería a Madrid. La propia Iberia anima a los diputados almerienses a que la peleen. Un caramelo envenenado, puesto que la propia aerolínea española de bandera sabe que es muy complicado que la Comisión Europea acepte una declaración de este tipo sin que ello sea considerada una intervención estatal excesiva de cara a la libre competencia de mercado. El establecimiento de una OSP -según el reglamento europeo 1008/2008- debe estar sujeto a condiciones muy tasadas y justificadas. Y en el caso de la Insula Barataria que es Almería, en términos de conectividad, parece que lo está.
En la actualidad, existen en España 23 rutas aéreas sobre las que el Gobierno ha establecido una OSP:13 en Canarias, para enlaces entre islas; 4 en Baleares; 2 en Extremadura para las rutas de Badajoz con Madrid y Barcelona; 1 en Andalucía, en la ruta Almería-Sevilla; y 3 en Melilla para enlaces con Almería, Granada y Sevilla. La mayoría de estas rutas las financia el Gobierno Central excepto la de Andalucía y Extremadura, que las pagan los gobiernos regionales.
La ruta Almería-Sevilla fue inaugurada por Griñán en 2010. Desde entonces, no ha respondido a las pretensiones de ocupación. Esa es la verdad. En 2024, Air Nostrum desplazó en este vuelo a 31.000 pasajeros, de los cerca de un millón de viajeros que hay entre La Alcazaba y La Giralda, la mayoría por carretera y tren. Un resultado pírrico para esta conexión subvencionada con 12 millones de euros anuales hasta 2027. Y uno se pregunta: si a los almerienses les pidieran que eligieran entre un vuelo subvencionado -y por tanto más barato- a Madrid o a Sevilla, ¿qué contestarían? La Junta de Andalucía podría financiar el vuelo a Madrid de los almerienses en vez del de Sevilla- de más que demostrado escaso tirón- como hace la Junta de Extremadura con el de Badajoz a Barajas y a El Prat. Porque el bien de unos pocos, a veces, puede ser el mal de muchos.