Cataluña brega  de forma denodada y tiene el empeño de una separación que en modo alguno es realista. Son los políticos gentes virtuales cuyos pies,  no se apoyan  en esa tierra bella que les vio nacer.  En mi época – y posiblemente ahora también- a los inmigrantes de otras zonas de España nos llamaban charnegos en tonos despectivos.

Se olvidan  los más jóvenes que, cuando se hizo el metro en la hermosa ciudad de Barcelona, fueron muchos murcianos y andaluces los que murieron mientras los nativos se tocaban los huevos al son de las sardanas.

Artur Más habla  siempre en catalán, supongo que para afirmarse en su catalanidad. Pierde el tiempo. Este idioma -estoy seguro que lo es y lo conozco- se entiende bastante bien. A los dos meses de mi estancia en esa ciudad mediterránea y repito, muy hermosa y distinta, por ejemplo, de sus gobernantes cuya sed de ordeno y mando llega  a convertir en orates a algunos.

Este tinglado de mala sombra y consecuencias funestas lo han producido los votantes de la derecha a pesar de que, tras el fracaso de Rajoy, son muchos los almerienses que difieren totalmente del embustero en cuestión; escurre el bulto y da largas al proceso inacabado.

Un sonido dulce: “Que miden los valores del talento con hojas de laureles concedidos a los mitos que forjan el mandamiento”.

Antes de proseguir debo aclarar que tuve grandes amigos de la derecha  pero, ante la evidencias, hoy entonan el mea culpa y, aunque su  comportamiento es digno de encomio,  reconocen que Rajoy es un dictador.

Hay una serie de personas que solo piensan en  su valía personal. Excluyo de forma absoluta a mi estimada Pilar Pérez Martínez, donde el arte y sabiduría tienen un espacio dentro de un cielo azul; del mismo modo a  Carmen Alcalde, poeta de grandes y hermosos relieves; a Karmen Romero, polifacética y poeta por la gracia de Dios. Le sigue muy de cerca  Mari Luz Segovia, pendiente del inicio de la Tertulia Celia Viñas, que queda supeditada de momento; Paquita Ristori, poeta de grandes dimensiones y abuela -aunque parezca mentira; Dolores Agüero, escritora de merecida fama y Benefactora. A Mercedes Soler que sabe mucho por méritos propios  además de tener un sabio en casa. Os quiero mucho.

Purificación Arqueros es la médica que cura mi cuerpo y alma; ella y su esposo tienen una preciosa nieta llamada Marina. En la entrada del consultorio hay una  guapa y joven mujer, Loli Camonforte -creo que la mas joven de España-  e Isa González que contagia su alegría de vivir.