Un acuerdo por la Plaza Vieja
Un acuerdo por la Plaza Vieja
Almería debe recuperar con urgencia la rehabilitación de su Ayuntamiento y del entorno de la Plaza Vieja. No se trata de una cuestión de interés estrictamente administrativo o político. Desde el punto de vista histórico, cultural, turístico y hasta sentimental, resulta impresentable que la Casa Consistorial de la capital de la provincia tenga que estar tapada con una lona para que no se vea el estado real de abandono y desatención al que la ha conducido el reiterado incumplimiento de las obras de rehabilitación que la Junta de Andalucía se comprometió a entregar en 2005. En 2012, el Ayuntamiento quiere acabar con esta situación tan lamentable y ha ofrecido al gobierno autónomo un acuerdo para adelantar su parte correspondiente, licitar la obra y empezar cuanto antes los trabajos, porque Almería no se merece que este parche se siga prolongando en el tiempo. Pero lamentablemente las autoridades socialistas no parecen estar dispuestas a colaborar desde el sentido común y con la vista puesta en los intereses y necesidades reales de los almerienses, desempolvando el discurso de la confrontación, las deudas mutuas y otros factores que, además de muy discutibles, no aportan más que desencanto y hartazgo a los ciudadanos. Estamos tendiendo la mano a la Junta en este proyecto, vital para el centro y casco histórico de Almería, pero los socialistas han respondido del modo en que lo vienen haciendo desde los últimos treinta años: poniendo palos en las ruedas. Me gustaría pedir a través de estas líneas a los responsables de la Junta en Sevilla que permitan a sus representantes almerienses actuar con la mirada puesta en los intereses de los almerienses antes que en otras cuestiones. Almería no puede seguir con la Plaza Vieja y el Ayuntamiento paralizados y presentando esa imagen tan penosa. Y así, los almerienses que perciben en la actuación de la Junta de Andalucía una permanente labor de bloqueo administrativo y desdén hacia nuestras inquietudes habrán encontrado un nuevo motivo de reafirmación de sus planteamientos en la desmedida reacción del gobierno andaluz a la propuesta municipal de retomar en solitario las obras de la Plaza Vieja. Sinceramente, la recuperación de este proyecto a es algo que va mucho más allá de las cuestiones partidistas o económicas. Como Alcalde, tengo que decir que es impresentable que Almería tenga en semejante estado el corazón administrativo e histórico de la capital de su provincia. Además de eso, la finalización de las obras y la vuelta de la actividad municipal a la Plaza Vieja es un factor que no sólo beneficia al Ayuntamiento, sino a todo el entorno social y económico del casco histórico. Nuestro deber, y así lo entiendo como Alcalde, es hacer ciudad antes que hacer política. Ojalá en la Junta de Andalucía todos -y todas- pensaran de ese modo.