La Voz de Almeria

Opinión

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Faltan pocos días para el 28-F. Muchos de nosotros recordamos esta fecha como la cumbre de la reivindicación andaluza promovida desde abajo. No fue propiamente un problema de nacionalismo aunque alguien lo intentara sin éxito. Fue más bien un fervor potente, contagioso del  pueblo contra la oligarquía y el centralismo. Peliaguda batalla pero al fin vencimos. Andalucía alcanzó la autonomía de primera contra la derecha reaccionaria. Ahora sería la ocasión de analizar los pro y los contras de este proyecto de convivencia. Pero, ay, la crisis no nos deja ver las cosas claras. El PP gobierna  en casi toda España. Esta  tierra parece que se hubiera quedado para el entrenamiento de sus críticos.


A veces pienso qué sería de los peperos militantes si tuvieran que hablar de la corrupción sin Griñán y sin Valderas. Pero lo grave es que aquí convivimos con un contrapoder que maniata todo avance de la ciudadanía. Para el Gobierno central la razón suprema es que no hay dinero y el ajuste la emprende contra las autonomías. Aquí hay alcaldes que tienen nostalgia de cuando se comían  los litorales y construirán en las ramblas. De ahí que desee pasar de la Junta. Dos pasos adelante, tres hacia atrás. Los almerienses saben bien de cuando no había salidas. Ahora la cuestión son las entradas. Fomento no quiere  el soterramiento ni tampoco que el tren llegue al puerto. Tiene otras prioridades, Dios sabrá para cuánto tiempo. Lo nuestro es asistir a la mesa de las infraestructuras con esa palidez de quien sabe que todo es estéril. Estamos condenados a darle fuertemente a los pedales a sabiendas  de que la bicicleta  no tiene cadena.


tracking