Almería recibe más horas de sol al año que cualquier otro espacio de Europa, y ello queda bien reflejado en los telediarios de televisión que regularmente vienen mostrando un sol en Almería, mientras en las demás provincias predominan nubes y lluvia, especialmente durante los inviernos.

Tal preferencia hace justicia en nuestro quehacer diario, pues directamente incide en el desarrollo económico y social de Almería, donde el turismo y la agricultura se han expandido considerablemente, basándose en la valiosa e indiscutible aportación que genera el sol en nuestras tierras y playas. Fruto de ello disfrutamos de la aportación tan trascendente, que esas dos economías comparten nuestras vidas, lógicamente en estrecha acción con los almerienses. Sin embargo lo valoramos marginalmente, como si el sol lo hubiésemos comprado y puesto a nuestro servicio. La realidad es que somos privilegiados al disfrutarlo tan generosamente, y ese conjunto (sol y Almería) debiera ser exaltado al máximo nivel posible, mostrando por nuestra parte el agradecimiento que bien merece.

Por ello, creo que tuve un momento lúcido cuando pensé en un mtmmo agradecimiento, consistente en situar un monumento al sol en nuestra ciudad, cuya obra sería una de las primeras iniciativas de carácter mundial tendentes al sol, sobre todo la primera en Europa y África. A nadie se le escapa la repercusión que el monumento alcanzaría, turística y ciudadana, para ser admirado, pintado y fotografiado, y para que también la ciudad de Almería lidere un monumento singular, único, atrayente, muy nuestro, de impacto internacional.

Como siempre procuro aportar soluciones viables, al adjuntar un boceto donde aúno al sol las célebres pitacas almerienses, tan cercanas a mi persona por ser el impulsor de sus plantaciones en el Toyo. La base la presento con cilindros que pueden ser modificados por mármol almeriense. La altura total alcanzaría seis metros, y el sol cuatro metros de diámetro, con la opción de que la plataforma del sol pudiese girar muy lentamente. Un taller de Madrid, especializado en grandes trabajos con el aluminio, estaría en disposición de presentar al ayuntamiento oferta para optar a su realización.

En mayo de 2014 ya presenté el proyecto al alcalde Luis Rogelio Rodríguez Comendador, y posteriormente lo he ido confirmando con los diversos concejales de cultura, entre ellos al actual alcalde, Ramón Fernández-Pacheco Monterreal. Como las contestaciones fueron siempre ambiguas, y dado el momento actual en que pongo freno a mi actividad por razones de edad, hago público mi último recordatorio sobre el reconocimiento que Almería debe al astro sol. Si mi idea no prospera, reconoceré finalmente que mi liberal independencia democrática es penalizada, habida cuenta de que se trata de una idea de amplia dimensión popular, única de tal característica, y por supuesto exenta de todo interés económico personal.

Ante tal indiferencia por parte de los actuales mandatarios, solo queda la oportunidad de un posicionamiento distinto de los próximos políticos locales, que sf reconozcan la valiosa aportación que para la ciudad de Almería proyectaría este singular monumento único.