Iluminados
Iluminados
Creo que fue el lúcido y paradójico Chesterton quien dijo que el marxismo era una buena idea cristiana que se había vuelto loca. Tras el fracaso de la revolución rusa, la caída del telón de acero, la prìma de riesgo y el desmadre financiero mundial es como para que pierdan la cabeza los que todavía esperan imponer la justicia en este solar del dinero. Algo de esto le ocurre al alcalde de Marinaleda.. Una de las muchas adivinaciones de Marx era que con las cíclicas crisis del sistema capitalista cada vez se acentuarían las desigualdades entre los hombres, los ricos serían más ricos y los pobres, más pobres. Puede ser una mera pose, un modo de llamar la atención, una salida desquiciada de jornaleros exiliados del paraíso soviético, como ustedes quieran, pero la idea cristiana que se volvió loca incide todavía en estos iluminados andaluces que saben lo que es pasar penurias. Asaltar mercados y hacer de Robin Hood no puede ser la solución democrática, desde luego, así que dejemos a Sanchez Gordillo en manos de los jueces, pero la ocasión es pintiparada para darnos cuenta adónde estamos llegando. Por este camino, si los asaltantes crecen y se repiten los disturbios podemos crear un ambiente de preguerra civil y habremos hecho con la transición un pan como unas hostias. Mucho cuidado pues con los iluminados que tienen tras de sí todo un pasado revolucionario. La crisis está dejando al país al borde del estallido y esta gente es imprevisible. En nada se parecen a los indignados que fueron respetuosos con la democracia.