La podredumbre
La podredumbre
Lo menos malo de la crisis es que está poniendo en su sitio a mucha gente. Ya lo hizo con Zapatero si bien lo suyo fue más bien colocarlo en ningún sitio. Y lo repite con Rajoy. El programa de derecha civilizada fue pronto sustituído por otro de derecha pura y dura. Pura porque favorece a los ricos y dura porque los hachazos van preferentemente contra los más débiles. Un sector de la derecha ha creído siempre que los pobres tienen lo que merecen: son gandules, manirrotos, desordenados. Sin embargo la crisis no ha venido por ellos. Aquellos que ganaban cuarenta mil millones al día no eran precisamente unos pordioseros. De manera que si hoy el PP se está hundiendo es porque tampoco sabe resolver los efectos de la crisis. ¿ Qué opinión les merece ahora Gallardón? ¿En qué ha quedado este hombre con fama de culto, emprendedor y progresista? ¿Y en dónde situar a Rato? El PP se opuso a que se creara un comité de investigación en el parlamento? Luego admitieron que fueran a cantar su canción. Poco esperamos de esta liturgia de Pilatos en que todo el mundo se lava las manos, aunque siempre es bueno que salga al exterior toda la pus de la herida. Otro sector importante para la comprensión de la mentira en que vivíamos consiste en seguirle la pista a los publicistas de la causa. Muchos de ellos huyen hoy a sus palacios de invierno a la espera de que pase la tormenta. Otros siguen escribiendo acerca de las má obsoletass cosas, Ni una palabra contra las consecuencias sociales de la crisis. En realidad creen que todo ocurre fatalmente como un castigo divino, nunca por la avaricia de los hombres.